Madrid.-Para el escritor mexicano Juan Villoro, un libro cerrado «no es una obra de arte», sino «la posibilidad de serlo», ya que, hasta que el lector no lo abra no «resucitan», según dijo durante su conferencia en el marco del IV Congreso Iberoamericano de Lengua y Literatura Infantil y Juvenil.

«La magia de la lectura es algo muy importante en estos tiempos que estamos viviendo. Los libros son seres vivos, uno los ve en una librería y podríamos pensar que ahí están como libros completos, pero no es así, son libros que están dormidos, que solo se activan con la presencia de un lector», señaló el escritor desde su casa en México.

Y tras «resucitar», ha afirmado, el libro «resucita, cobra una vida diferente», una vida que «depende en buena medida de la persona que está leyendo» porque cada lector le «agrega algo» a los libros.

«Por eso cuando hablamos de los libros clásicos estamos hablando de libros que han sido defendidos por las personas a través del tiempo, que los lectores los han resucitado y han hecho que se completen con la lectura. Me atrevo a decir que un libro cerrado no es una obra de arte, es la posibilidad de una obra de arte», matizó.

En este sentido, el ganador del Premio Herralde en 2004 por su novela «El testigo» calificó al lector de «soplo mágico» que hace que las «historias revivan».

«Pero cada historia -opinó- revive de manera diferente y esto lo podemos comprobar con facilidad hablando con los amigos que también leen libros, porque advertimos que cada uno ha encontrado claves que el otro no había visto, porque cada lector es diferente».

En referencia a «estos momentos de encierro» -lo que ha provocado que este congreso no se celebre de manera presencial en Toledo durante estos días- Villoro (1956) contó que las personas se han dado cuenta «de lo significativo» que es tener cosas en qué entretenerse.

«Los libros nos pueden rescatar del aburrimiento, del tedio, la tristeza, la desesperación, esto lo han experimentado las personas, los náufragos, los presos, la gente que ha pasado mucha soledad. Y si han tenido un libro en la mano se han podido distraer, y el naufragio se ha convertido en la posibilidad de pensar en otro mundo imaginario diferente al de esa tragedia», dijo.

Un mundo en el que la literatura es «el reino de las posibilidades». «Si estamos en una circunstancia negativa, nos dispara hacia otra realidad, hacia otro mundo. En las circunstancias de dificultad más vale tener un libro a la mano», aseveró.

Durante esta conferencia, ya disponible en la web del congreso así como en su canal de Youtube, Juan Villoro habló también de su obra juvenil «El libro salvaje», ya que la escribió para abordar esa «magia» que él ve en la literatura.

«La novela trata de un libro que está escondido en una biblioteca y que nunca ha tenido un lector. ¿Cómo puede suceder esto? Tengo la impresión de que los libros se acercan o se alejan según su voluntad. Me ha pasado que he dejado un libro sobre la mesa y desaparece y aparece en otro lugar de la casa, como si se descolocara por su cuenta, es un misterio equivalente a cuando desaparece un calcetín en la lavadora», relató.

Por eso, Juan Villoro concluyó que «lo cotidiano es una parte de la magia» que le lleva a tener este pensamiento: «Los libros se acercan a nosotros cuando creen que los merecemos, cuando deciden que somos lectores».

¡Síguenos en nuestras redes sociales y descargar la app!

Facebook X Instagram WhatsApp Telegram Google Play Store