Los Nuggets podrán sentenciar las Finales este lunes en Denver, donde solo perdieron un partido en esta postemporada, después de sumar dos triunfos de dos en su visita a los Heat.
El equipo de Michael Malone rozó el 50 % en tiros de campo y conectó 14 triples de 28, impulsado por un magnífico Aaron Gordon de 27 puntos (11 de 15 en tiros), seis rebotes y seis asistencias, y por un serbio Nikola Jokic que firmó un doble doble de 23 puntos y doce rebotes.
Jokic, doble MVP, se convirtió en el primer jugador en la historia de la NBA capaz de sellar más de 500 puntos, 250 rebotes y 150 asistencias en una postemporada.
Incluso en un día en el que Jamal Murray no brilló, con quince puntos y un modesto quince de 17 en tiros, los Nuggets pudieron contar con su fondo de armario y con la brillante aportación de Bruce Brown (21 puntos y tres triples).
En los Heat, Jimmy Butler fue el mejor anotador con 25 puntos, siete rebotes y siete asistencias y Bam Adebayo aportó un doble doble de veinte puntos y once rebotes. Saliendo del banquillo, Kyle Lowry aportó trece, Duncan Robinson metió doce, y Caleb Martin firmó once.
LOS HEAT, CON LA CABEZA ALTA
No les faltó compromiso a los Heat, que con estrellas del fútbol como Neymar y Vinicius sentados a pie de pista y completamente volcados con los locales, se mantuvieron con vida hasta los últimos dos minutos, pese a medirse con un auténtico coloso.
Cayeron con honor frente a unos Nuggets sólidos, determinados y superiores en todas las facetas del juego. No estuvo a la altura el público de los Heat, que dejó las gradas prácticamente vacías con más de dos minutos por jugar, cuando el equipo perdía por diez puntos.
Jokic, el auténtico matador del tercer partido, tuvo un comienzo complicado y asustó a su equipo cuando apoyó mal el tobillo derecho a mediados del primer período. Siguió compitiendo y sus Nuggets alcanzaron los siete puntos de margen (18-11), pero estuvo condicionado por el dolor y se retiró poco después a los vestuarios para recibir tratamientos.
Los Heat reaccionaron con contundencia y cerraron el período con un gran triple de Butler sobre la bocina que culminó un parcial de 10-2 para tomar ventaja 21-20. Sin embargo, Aaron Gordon, con quince puntos en el segundo cuarto y siete de ocho en tiros, y Jokic, que regresó con un monumental triple y firmó diez puntos en ese período (16 al descanso), sostuvieron a los Nuggets e hicieron valer el tremendo poderío físico del cuadro de Malone.
Alcanzaron su máxima ventaja en el 54-45 con 1.35 por jugar, pero un gran cierre de período de los Heat les permitió reducirla a cuatro puntos (55-51), de la mano de Butler y un Adebayo que volvió a meter el público en el partido con un poderoso mate con una mano.
JOKIC Y GORDON, INTRATABLES
Fue una ilusión para Miami. Denver dio un golpe en la mesa en el tercer partido impulsado por un Jokic dominante, capaz de dirigir todas las acciones ofensivas de su equipo en una noche poco brillante de Murray. Entre sus grandes jugadas, iluminó con un gran ‘alley oop’ para un Gordon incontenible, que metió otros nueve puntos y alcanzó los 25 puntos, nueve de trece en tiros, con un demoledor triple para el 86-73 de los Nuggets.
El duelo se ponía cuesta abajo para los Nuggets. Los Heat encadenaron una larga serie de balones perdidos cuando el partido se interrumpió cerca de diez minutos por un problema en la canasta de los Heat tras un intento de mate, fallado, de Adebayo. Además, una mujer sentada en la zona del banquillo de los Heat tuvo que ser atendido por un problema de salud.
EL ORGULLO DE LOS HEAT… Y LA POCA FE DEL PÚBLICO
No hay equipo en la NBA con mejores números de los Heat en los cuartos períodos tras ir perdiendo por diez o más puntos y los hombres de Spoelstra volvieron a demostrarlo desafiando por momentos a la lógica y colocándose a seis puntos (86-80).
Comenzaron con un parcial de 8-0 con una gran canasta y falta de Butler, y forzaron además la quinta falta personal de Jokic con 9.24 en el cronómetro. Adebayo puso de pie al público con un maravilloso taponazo a Murray y los Heat se dieron una oportunidad.
Se dieron una oportunidad los Heat, pero los Nuggets, incluso con Jokic en el banquillo, siguieron respondiendo. Bruce Brown logró una jugada de tres puntos para volver a poner doble dígitos de diferencia en el luminoso.
Faltaban 2.35 minutos para el final y las gradas empezaron a vaciarse, un gesto de una amplia parte del público no a la altura del esfuerzo ofrecido por Miami en la pista.
Otro triple de Bruce Brown y uno de Kentavious Caldwell Pope sentenciaron definitivamente el choque.
Se abrió la fiesta de los Nuggets, con unos cien aficionados presentes en las gradas cantando con orgullo y soñando con el primer título NBA de la historia de la franquicia, que está ahora a un solo triunfo. Este lunes, en Denver, puede ser el día de la historia.
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