Un reciente estudio realizado por investigadores de la Universidad de Cambridge ha revelado que el consumo de carne procesada o roja embutida, como el jamón, puede incrementar significativamente el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Los resultados del estudio indican que las personas que sustituyeron la carne roja y procesada por aves de corral presentaron una menor incidencia de esta enfermedad.
Calidad de la carne procesada
Por otro lado, un estudio publicado en la Revista del Consumidor de la Profeco en agosto de 2020, señala que muchas marcas de jamón reducen sus costos de manufactura y, por ende, su calidad, mediante prácticas como la adición de «carne recuperada mecánicamente de los huesos», especialmente de ave.
Además, es común que el etiquetado de estos productos incluya ingredientes denominados “no cárnicos”, utilizados para sustituir parte de la carne con aportes proteicos y funcionales, como la soya.
Hallazgos del estudio
Debido a la magnitud sin precedentes de los datos utilizados, los investigadores afirman que sus hallazgos son los más exhaustivos hasta la fecha en relacionar el consumo de carne roja y procesada con la diabetes, una enfermedad que está aumentando rápidamente en prevalencia global.
Los resultados fueron publicados en la revista Lancet Diabetes and Endocrinology.
Actualmente, la diabetes tipo 2 afecta a más de 500 millones de personas en todo el mundo, y se estima que esta cifra alcanzará los mil millones para 2050.
Recomendaciones de los investigadores
«Nuestra investigación proporciona la evidencia más completa hasta la fecha de una asociación entre comer carne roja sin procesar y carne procesada y un mayor riesgo futuro de diabetes tipo 2», afirmó una investigadora de la Universidad de Cambridge.
Aunque no se ha demostrado una conexión causal directa, los investigadores están suficientemente convencidos de sus hallazgos como para recomendar una reducción en el consumo de carne por motivos de salud pública.
Análisis del mercado mexicano
Finalmente, un estudio del Laboratorio Nacional de Protección al Consumidor reveló que algunas marcas de jamón comercializadas en el mercado de México no cumplen con el porcentaje de carne que publicitan.
El análisis, cuyos resultados se publicaron en el número 522 de la Revista del Consumidor de agosto, incluyó más de 570 pruebas realizadas a 44 productos de diversas marcas y clasificaciones (Extrafino, Fino, Preferente, Comercial y Económico).
El estudio encontró que algunas marcas contenían menos carne de la anunciada, mientras que otras omitían información o no cumplían con las normativas establecidas.
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