Kansas City. La ciudad de las fuentes, como se le conoce a Kansas City por sus más de 200 manantiales artificiales, fue el escenario para que Miguel Cabrera diera un gran paso adelante en busca de alcanzar la marca de 500 cuadrangulares de por vida en las mayores.

Con una temperatura mucho más agradable que el frío que entumecía manos y cara en Seattle hace un par de días, Kauffman Stadium brindaba un ambiente cálido tanto por el termostato, como por la presencia de fanáticos en las tribunas, pues 17.080 espectadores fueron testigos de la hazaña de Cabrera de un total de 17.400 boletos disponibles.

Jonrón solitario de Miguel Cabrera

Mike Minor fue el encargado de abrir por los locales y en 7 oportunidades de por vida en que había enfrentado al maracayero, apenas le había permitido un imparable.

Tras sacar el primer episodio por la vía rápida, Minor se vería cara a cara con Cabrera quien fue alineado como cuarto bate de Detroit.

En 2021 los Reales le han jugado defensivamente a Miguel haciéndole cualquier tipo de dibujo libre. La noche de este viernes no fue la excepción, con la novedad de que el tercera base estaba a corta distancia de la grama exterior, el campocorto estaba internado varios metros en el bosque izquierdo, ambos cargados hacia la raya de tercera, el segunda base unos ocho metros hacia atrás de su posición habitual y el inicialista jugando profundo dando la raya de la derecha.

Minor y Salvador Pérez le tenían la receta a “Miggy” y por ello el posicionamiento defensivo: recta alta y adentro, bola. Cambio de velocidad alta y afuera, bola. Recta por el medio y un poco baja y…

¡Adiós!

Un estacazo que salió a 111.3 millas por hora y aterrizó a 417 pies del plato entre los bosques izquierdo y central. Tal fue la intensidad del batazo que el jardinero Andrew Benintendi apenas se movió.

El poderoso bateador venezolano aprovechó un mal arranque de Minor en el turno para hacerlo pagar: “se puso atrás en la cuenta, en 2-0 y buscó la zona de strike y pude conectarla bien” dijo Cabrera.

¿Uno sólo? ¡Mejor dos!

El segundo de la noche vino con más aderezos, con Kansas City adelante 5-3 en la parte alta del séptimo, después de dos fuera y las bases llenas, el mánager de los Reales, Mike Matheny, trajo a lanzar al veterano derecho Greg Holland para enfrentar a Cabrera e intentar frenar el alzamiento de los de Detroit.

Holland le sirvió cualquier clase de picante a Miggy, pues con secuencia de slider, recta, curva, recta y curva lo tenía en cuenta completa. El último strike que le cantaron no le gustó al toletero quien expresó su molestia ante el principal, pero pasado el mal sabor de boca se enfocó en el siguiente lanzamiento.

Slider afuera y Miguel hizo el swing de siempre, terminando con una sola mano para depositarla a 405 pies del home, también en la grada del center-left, poniendo adelante a los Tigres 7-5, alcanzando su juego 42 con más de un batazo para la calle y su sexto jonrón con casa llena de por vida.

“Él me atacó y tuve que trabajar la cuenta, al final él cometió un error y pudimos remontar el juego”, indicó.

De esta forma el primera base venezolano llega a 34 jonrones en su carrera contra los Reales y a 19 en Kansas City. También se pone así a dos batazos de vuelta entera de Lou Gehrig y Fred McGriff, quienes están ubicados en el peldaño 28 en la lista de jonroneros de todos los tiempos.

Sin embargo la tentación de buscar llegar pronto a los 500 vuelacercas no lo distrae: “lo que tengo que hacer es enfocarme en el día a día, no en dar jonrones todos los días, tratar de ganar los juegos y hacer las pequeñas cosas, si las haces al final del día salen cosas positivas”, expresó.

Los 500 están en la mira…

Sólo faltan 9.

 

Redacción SNPD con

información de LasMayores.com

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