Hay tanto que queremos decir y callamos, hay tanto que queremos expresar y lo evitamos, son tantas las conversaciones inventadas en nuestra cabeza que se quedan solo allí, en nuestra cabeza.
Sobretodo esas conversaciones donde están involucrados nuestros sentimientos y que tienen relación con personas que generan emociones positivas o negativas en nuestra vida, es decir, personas que ejercen algún tipo de influencia en nosotros y que definitivamente nos importan, a veces demasiado.
¿A qué se debe que dilatemos conversaciones, por qué nos cuesta tanto hablar de lo que sentimos o para qué callamos? Quizá nunca te has hecho algunas de estas preguntas, pero yo quiero que hoy no solo te las hagas, sino también, darles respuesta a ellas.
Me ha costado tanto superar las barreras que me han impedido expresarme libremente, que quiero ayudarte a ti a que te liberes de todo lo que te impide comunicarte para que puedas fluir, relacionarte mejor contigo y con otros, puesto que tu cuerpo termina expresando lo que tu boca calla y es justo lo que quiero evitar, que en una sobresaturación de tantos pensamientos, de tantas emociones y tantos sentimientos reprimidos, tu cuerpo termine hablándote a través de enfermedades.
¿A qué se debe que dilatemos tantas conversaciones? ¿Por qué nos cuesta tanto hablar de lo que sentimos? La única respuesta que he encontrado a estas preguntas es: MIEDO, miedo a las consecuencias que pudiese generar nuestra conversación, miedo a no saber expresar asertivamente lo que pensamos y sentimos, miedo a ser juzgados y criticados, es decir MIEDO A SER RECHAZADOS.
Esto tiene tanto que ver con las veces en las que expresamos desde niños nuestras inconformidades de la manera en la que sabíamos hacerlo y fuimos cercenados, criticados y juzgados. Entonces ¿Para que callamos? Callamos para evitar el dolor que genera el rechazo, el juicio o la pérdida de una persona que aprecias a causa de tu incapacidad de comunicarte de forma asertiva o tu incapacidad de escuchar al otro sin molestarte
Entonces, te voy a regalar hoy la estrategia de las 3 A para expresarte libremente, y que así cuando te dirijas al otro tu mensaje llegue de la forma apropiada:
Abraza a tu Miedo: Todo lo anterior quise explicártelo para que vayas más allá de lo aparente y superficial y busques dentro de ti ese miedo que tienes a comunicarte, lo comprendas y lo abraces para que puedas de una vez por todas transformarlo, porque quizá antes no contabas con los recursos internos que necesitabas para expresarte apropiadamente o para no dejar que las emociones te ganaran, pero hoy es diferente, hoy tienes la conciencia de querer hacerlo distinto, de saber de dónde viene tu limitación al querer comunicarte y en consecuencia tu accionar debe ser distinto, por eso y mucho más, conoce y abraza a tu miedo.
Asume tu responsabilidad: Estamos condicionados para sentir culpa y mucho más para echarla a otros, esta es la vía más fácil para dejar en manos de los demás lo que somos incapaces de atender o simplemente, no queremos atender. ¿Pero de qué sirve la culpa? solo para llenarnos de sentimientos mal sanos y de pensamientos inútiles. Desde ahora te propongo, dejar de lado tanta culpa y asumir el 100% de la responsabilidad por tus pensamientos, sentimientos, emociones y acciones, puesto que nadie te hace nada, si tú no se lo permites y lo que parece injusto para ti, no necesariamente es injusto para el otro. Todo lo que piensas, sientes y haces, es bajo tu responsabilidad y por lo tanto te corresponde hacerte cargo.
Anticipa tu conversación: Una vez que tomes la decisión de expresarte, partiendo primero, de que tu miedo es tuyo, producto de tus huellas emociones de infancia y lo abrazas, segundo, asumiendo toda tu responsabilidad por cómo te sientes, entonces ya estarás preparad@ para anticipar tu conversación, así que tomarás lápiz y papel y seguirás esta estructura para que la apliques luego cuando tengas la persona al frente:
Yo siento que: (aquí escribes todo lo que sientes)
Cuando haces: (aquí mencionas las acciones que generan cualquier sentimiento desagradable en ti)
En tal sentido yo: (Aquí mencionas todas tus acciones producto de lo que sientes cuando él o ella hace X)
Escribe siguiendo esta estructura y luego lleva a cabo tu conversación de acuerdo a lo que escribiste.
Bajo toda circunstancia debes evitar arremeter en contra de la identidad de la otra persona, así que está prohibido frases que inicien con: Es que tú eres… y evidentemente adjetivos calificativos que aludan a la persona; por ello solo mencionarás sus acciones y lo que producen en ti.
De esta manera, si utilizas la estrategia de las 3 A, podrás evidenciar cada vez que lo pongas en práctica, como se te hará más sencillo expresarte con mayor libertad.
Aplica esta estrategia y coméntame como te va, puedes encontrarme en Instagram como @coachbarbaraortega
Con amor,
Coach Bárbara Ortega
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