Asunción, Paraguay. En 2018 el partido decisivo de la final de la Copa Libertadores se desplazó 10.039 kilómetros desde el estadio Monumental de Buenos Aires al madrileño Santiago Bernabeu y este martes, 11 meses y 5 días después, la Conmebol anuncia que la final de 2019 será, no en Santiago, sino a 3.307 kilómetros, en Lima.
En menos de un año, conflictos allende el fútbol han dado un giro rocambolesco al desenlace de dos ediciones de la Copa Libertadores.
El partido de vuelta de la final entre River Plate y Boca Juniors que debía jugarse en el Monumental el 24 de noviembre de 2018, finalmente se jugó 15 días después, el 9 de diciembre en la casa del Real Madrid.
El anuncio fue hecho por el presidente de la Conmebol, el paraguayo Alejandro Domínguez el día 29 de noviembre.
El día 5 de un mes de noviembre después, el mismo Domínguez ha confirmado la fecha del día 23 para jugar la primera final con partido único en la historia del torneo, pero la Conmebol retiró a Santigo de Chile la sede debido a la crisis social que azota al país, y concedió la sede a Lima.
A continuación razones para entender el nuevo giro en la historia de la Copa Libertadores:
DE LAS PIEDRAS A UN AUTOBÚS A PROTESTAS QUE ENCIENDEN UN PAÍS
El año pasado el ataque con piedras al autobús que transportaba a la plantilla de Boca Juniors al estadio de River Plate para jugar el partido de vuelta fue el comienzo de una historia sorprendente para marcar la quincuagésima novena edición del torneo.
El estallido social desatado hace tres semanas en Chile y que ha dejado víctimas mortales en las calles, determinó a la Conmebol, que agrupa a las diez entidades del fútbol sudamericano, a cambiar otra vez la sede de la final.
PREVENIR PARA NO TENER QUE LAMENTAR
«Nuevas circunstancias de fuerza mayor y orden público, analizadas y evaluadas con prudencia, considerando la seguridad de los jugadores, del público y de las delegaciones, motivaron la decisión de llevar la final de la Copa Conmebol Libertadores 2019 a Lima, Perú, y mantener la fecha del 23 de noviembre», dice el comunicado de la entidad tras una reunión de directivos y autoridades en Luque.
Durante la cita se analizaron los alcances de las advertencias de un bloqueo a los accesos del estadio en la capital chilena si finalmente la final se jugaba ahí.
Por efecto de la crisis, la Liga chilena se paralizó hace tres semanas y el viernes pasado fue cancelado un amistoso de la selección chilena con la de Bolivia previsto para el 15 de noviembre en Concepción.
MUCHOS PRETENDIENTES PARA UN PARTIDO HISTÓRICO
Durante la cita en Paraguay los directivos evaluaron varias alternativas a Santiago. La Nueva Olla, teatro que recibirá este sábado la final única de la Copa Sudamericana entre el Colón argentino y el Independiente del Valle ecuatoriano.
La opción fue la primera desestimada para no repetir escenario para dos importantes desenlaces.
Entonces apareció la ciudad colombiana de Medellín como segunda posibilidad. Pero Lima fue ganando terreno en la disputa por estar en una situación intermedia entre Brasil y Argentina.
Los directivos en Luque llegaron a analizar la opción de Miami, muy tentadora por su poder económico.
¿QUÉ PASARÁ CON LAS ENTRADAS VENDIDAS AL PARTIDO QUE NO SE JUGARÁ?
La Conmebol reembolsará el ciento por ciento del valor de las entradas al partido en Santiago de Chile y con un código de 72 horas de vigencia dará prioridad en la nueva compra de ingresos a quienes ya los tenían.
Cumplido el plazo, y si el hincha no hace uso del código, la entrada pasará a la oferta general al público.
De ninguna manera habrá transferencia automática de entradas de Santiago de Chile a Lima.
BÚSQUEDA DE ACUERDOS CON COMPAÑÍAS AÉREAS
La entidad también entablará negociaciones con las compañías aéreas para buscar un acuerdo que evite pérdidas a quienes ya habían comprados pasajes a Chile.
LIMA, EL COMODÍN
La capital peruana vuelve a la vitrina internacional pese a que fue sustituida por Asunción como sede de la final de la Copa Sudamericana, que se jugará este 9 de noviembre.
Para entonces la Conmebol alegó fallas en «aspectos de organización».
Domínguez hoy explicó que esta decisión se tomó debido a la falta de comunicación que se produjo como consecuencia de los cambios en el Gobierno de Perú y en la presidencia de la federación peruana de fútbol, aunque subrayó que esos problemas ya están superados.
Antes, en febrero pasado, la FIFA retiró a Lima la organización del Mundial Sub’17, que se disputa en este mes en Brasil.
EFE
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