Londres, Inglaterra. El Real Madrid aterrizó este martes en el Aeropuerto John Lennon antes de medirse al Liverpool en la vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones, donde cuentan con el 3-1 de la ida.
El equipo Blanco, que viajó sin Sergio Ramos, positivo por covid, llegó a la ciudad inglesa pasada las 13:00 hora local y se dirigirá al hotel de concentración, antes de entrenarse en Anfield sobre las 18:00.
Zinedine Zidane, que lideró la expedición, llegó con el punto de mira puesto en el encuentro que se disputará este miércoles y en el que el Real Madrid buscará el pase a sus primeras semifinales desde 2018.
A la baja de Ramos se une la de Raphael Varane, que también dio positivo hace una semana, y las de Dani Carvajal, Eden Hazard y Lucas Vázquez.
Será la primera visita del Real Madrid a Anfield desde 2014, cuando el equipo español se llevó el triunfo por 0-3.
Anfield examina la adversidad
El Real Madrid deberá superar el duro examen de Anfield para acceder tres años después a las semifinales de la Liga de Campeones, un reto que encara con dos goles de ventaja tras el 3-1 de la ida pero al límite en su físico y plagado de bajas importantes que provocan que Zinedine Zidane presente una defensa de circunstancias.
La ilusión madridista de dar un paso firme hacia la decimocuarta Copa de Europa, con un rival del perfil del Chelsea en el horizonte de semifinales y una final soñada, pasa por el mítico Anfield. Con un factor a favor, la ausencia de un público que empuja en volandas a la épica al Liverpool, pero varios en contra de Zidane.
El gran especialista de la ‘Champions’, que solo perdió una eliminatoria y fue el único que conquistó tres ediciones consecutivas, advirtió de que el físico de sus jugadores ha llegado al límite y que las bajas, que alcanzan las 50 este curso, atacan al Real Madrid en un momento decisivo en el que se deciden los títulos grandes.
A la cita acude teniendo que inventar soluciones en una defensa plagada de ausencias. Sin sus centrales titulares, Sergio Ramos y Raphael Varane con coronavirus, sin su lateral derecho titular, Dani Carvajal, ni el improvisado sustituto que se convirtió en imprescindible, Lucas Vázquez. Con Eden Hazard sin prisa por volver. Le faltarán referentes a Zidane sobre el campo pero nunca la entrega de sus jugadores. Una vez más los unió a todos en el esfuerzo y encontró el apoyo de los menos habituales para sostener el clásico y ganar opciones en la defensa de la corona liguera.
Y tendrá que apostar por ellos. Con el brasileño Militao pasando de la grada a jugar tres partidos consecutivos decisivos. La opción de tener que dar entrada a Marcelo en la banda izquierda y pasar a Ferland Mendy a la derecha o alinear de inicio a Álvaro Odriozola al que se le vio falto de ritmo en el clásico.
Zidane entendió que el duelo del Alfredo di Stéfano, bautizado como «un campo de entrenamiento» por Jürgen Klopp en palabras que dolieron a la entidad madridista, era el momento de ir por el Liverpool. Su plan salió a la perfección en la noche soñada de Vinicius, el día que firmó su primer doblete, con un tridente que provocó la peor de las caras del Liverpool.
Todo apunta a que las circunstancias provocarán una imagen más cercana a la mostrada ante el Barcelona. La inclusión de Fede Valverde como cuarto centrocampista, teniéndose que infiltrar para la batalla por un fuerte golpe en el pie. La búsqueda del contragolpe con la velocidad de ‘Vini’ como principal arma y la inspiración goleadora de Karim Benzema.
El Liverpool se encomienda al milagro por tercer año consecutivo. Le funcionó hace tres contra el Barcelona, en una de las mayores remontadas que se recuerdan en la orilla roja del Mersey. Los hombres de Klopp le dieron la vuelta a un 3-0 ante un Anfield enfervorecido. Misma estrategia buscaron el año pasado, cuando tenían que voltear un 1-0 contra el Atlético de Madrid. Y estuvieron a punto de conseguirlo.
Los ingleses volcaron todo su ser en la meta de un Jan Oblak que lo sacó casi todo y aunque el Liverpool forzó la prórroga y llegó a disfrutar de unos minutos de ventaja en esta, los goles de Marcos Llorente y Álvaro Morata echaron por tierra a la última gran afición antes de la pandemia.
Este año no habrá ni un solo alma en Anfield que pueda dejarse la garganta cantando el ‘You’ll Never Walk Alone’. Los ‘Reds’ tendrán que confiar exclusivamente en unos jugadores que están teniendo la peor temporada posible. Ni siquiera ante el Aston Villa el fin de semana tuvieron un encuentro tranquilo. Vencieron 2-1 en el último minuto gracias un golazo de Trent Alexander-Arnold, con un Klopp que solo dio descanso a Thiago Alcántara, que entró en el minuto 70, y a Sadio Mané, que entró en el 75. Ambos deberían ser titulares este miércoles.
No recupera a nadie por lesión el Liverpool y la alineación que saque Klopp debería ser muy parecida a la que formó en Madrid, con la excepción del defenestrado Naby Keita, cuyo puesto lo recogerá Thiago. El triunfo ante el Villa sirvió al ‘Pool’ para coger ánimos y para romper la espantosa racha de seis derrotas seguidas que acumulaban en Anfield, la peor de su historia, pero ahora sin público, intentará lograr ese milagro que ya surtió efecto contra el Barcelona, pero para el que se quedaron sin magia el año pasado. Y esta vez Anfield no jugará su carta.
Alineaciones posible:
Liverpool: Alisson; ; Alexander-Arnold, Kabak, Phillips, Robertson; Thiago, Wijnaldum, Fabinho; Salah, Mané y Firmino.
Real Madrid: Courtois; Mendy, Militao, Nacho, Marcelo; Casemiro, Kroos, Modric, Valverde; Vinicius y Benzema.
Árbritro: Björn Kuipers (HOL).
Estadio: Anfield.
Hora: 21.00 CET (19.00 GMT).
EFE noticias
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