Viena.- Aunque el impacto en la economía mundial de la variante delta del coronavirus supone todavía una gran incertidumbre, la OPEP cree que no reducirá la demanda de petróleo prevista para 2021 y 2022.
«La economía global continúa recuperándose», señala este jueves la OPEP en su informe mensual sobre el mercado petrolero.
Sin embargo, la evolución de la pandemia de COVID-19 será «el factor determinante en el ritmo de la recuperación, con la posible aparición de nuevas variantes o mutaciones como riesgo», agregó la OPEP.
Pese a que los analistas del grupo petrolero de 13 estados, que controlan el 40 % de la producción mundial de crudo, elevan el crecimiento mundial en un 0,1 % tanto en 2021 (5,6 %) como en 2022 (4,2 %), mantienen sin cambios la demanda prevista para esos dos años.
Así, según datos del informe, la demanda prevista en 2021 queda igual a la calculada hace un mes, con un incremento anual de alrededor de 6 millones de barriles diarios (mbd), hasta los 96,6 mbd.
Para 2022 esa demanda crecerá en otros 3,3 mbd hasta un total de 99,9 mbd, llegando a niveles previos a la pandemia y superando puntualmente en el último trimestre la marca histórica de los 100 mbd por primera vez. De nuevo, son los mismos cálculos que el anterior informe de hace un mes.
CAUTELA CON LA VARIANTE DELTA
Con todo, los analistas de la OPEP se muestran cautos sobre el impacto de la variante delta del coronavirus, cuyo efecto ya se ha dejado sentir en julio y agosto al empañar el optimismo de la recuperación por su expansión en importantes economías.
El precio promedio del barril de crudo de la OPEP se situó en julio en los 73,53 dólares, su mayor valor desde octubre de 2018, algo que el grupo achaca a «los sólidos fundamentos del mercado».
«El repunte de la demanda de petróleo, junto con una gran caída de los inventarios de petróleo ha provocado que los precios del crudo se recuperen con fuerza, superando los niveles alcanzados antes del inicio de la pandemia de COVID-19», resume la OPEP.
«Sin embargo, la rápida propagación de la variante delta de la COVID-19 generó preocupaciones sobre la perspectiva de la demanda a corto plazo», matiza el informe.
Los analistas de la OPEP no ocultan su preocupación por la expansión de esa cepa más contagiosa en destacados países consumidores de crudo como EE. UU., China, Japón y parte de Europa, además de otras naciones de Asia y África, «lo que genera preocupaciones sobre un posible lastre en la demanda».
Los inversores están especialmente preocupados por la caída de la demanda de materias primas en China, donde se han cancelado eventos a gran escala y se han impuesto ciertas restricciones por el mayor brote de coronavirus desde 2020.
UN MERCADO AJUSTADO
Los cálculos de la OPEP indican que la apertura gradual de los grifos que prevé la organización y sus aliados, entre ellos Rusia, en lo que queda de año no impedirá un escenario muy ajustado en el mercado de crudo en la segunda mitad de 2021.
La OPEP y sus aliados acordaron el pasado 18 de julio aumentar su producción conjunta de forma escalonada en los próximos cinco meses, hasta llegar a los 2 mbd adicionales en diciembre.
De esta forma, la alianza conocida como OPEP+ reduce hasta unos 3,8 mbd su recorte pactado en abril de 2020 -entonces fue de 9,7 mbd- como respuesta a la crisis del coronavirus y el desplome de la demanda global.
La producción conjunta de la OPEP aumentó en julio en 0,64 mbd, hasta un total de 26,66 mbd. La mayor parte de ese aumento se debió a Arabia Saudí, con casi medio millón de barriles diarios adicionales, debido a que dejó de aplicar sus recortes voluntarios para apuntalar la cotización del crudo.
EE. UU. PIDE ABRIR MÁS LOS GRIFOS
Con precios de alrededor de 70 dólares en el petróleo intermedio de Texas (WTI), referencia en EE. UU., Washington ha pedido a la OPEP que vierta más crudo al mercado porque con esas cotizaciones «se corre el riesgo de dañar la recuperación global».
Jake Sullivan, asesor de seguridad nacional, indicó en un comunicado el miércoles que si bien la OPEP y sus aliados habían «acordado recientemente aumentos de producción», ese incremento no compensaba los recortes previos.
Según el canal CNBC, la Casa Blanca ha transmitido a Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y otros miembros de la alianza ese mensaje de que sus planes «simplemente no son suficientes» dado el «momento crítico en la recuperación global».
En el último año, el precio de la gasolina en Estados Unidos ha aumentado un 42 %.
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