La ONG venezolana Provea denunció este sábado que 9.465 personas fueron asesinadas por policías y militares desde 2013 -año en el que el presidente Nicolás Maduro llegó al poder en el país- hasta la fecha, una década que la organización describe como «oscura para los derechos humanos».
«En apenas diez años, Maduro se convirtió en una catástrofe para los derechos humanos», expresó Provea en su cuenta de Twitter, y aseguró que las «abusivas» prácticas policiales y militares, «alentadas por la narrativa oficial y la impunidad estructural, cruzaron una frontera que, hasta hace unos años, parecía impensable, y, en la actualidad, pudieran constituir crímenes de lesa humanidad».
Provea indicó que, en la última década, ha documentado 40.351 violaciones al derecho a la integridad personal.
Además, prosiguió, más de 250 trabajadores y dirigentes sindicales «han sido detenidos y/o judicializados durante la gestión de Maduro».
Según la organización, el jefe de Estado «contribuyó a convertir el sistema de justicia en una máquina para perpetuar la impunidad».
Maduro cumplió este viernes 10 años de haber sido elegido presidente de Venezuela, una década marcada por cuestionamientos a su legitimidad, señalamientos de violaciones a los derechos humanos y una reciente recuperación de la economía luego de años de crisis.
El mandatario ganó las elecciones en 2013 con una diferencia de menos del 1 % en los votos, un resultado que abrió la puerta a la primera crisis de legitimidad, pues la oposición no aceptó su proclamación como presidente.
Maduro logró reelegirse en mayo de 2018, en los comicios presidenciales de más baja participación, prácticamente sin oposición y con un amplio cuestionamiento internacional.
En 2021, el fiscal jefe de la Corte Penal Internacional (CPI), Karim Khan, anunció la apertura de una investigación por presuntos crímenes de lesa humanidad en Venezuela, un proceso que se encuentra en suspenso.
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