Con un auditorio lleno en cada presentación, la ópera «La Traviata» se llevó a cabo en la prestigiosa Sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño (TTC), marcando un hito en la escena cultural de Caracas.
Más de 1.800 espectadores asistieron a cada una de las cuatro funciones ofrecidas durante dos fines de semana consecutivos, demostrando el creciente interés por las artes líricas en la capital venezolana.
Un elenco de voces excepcionales
El montaje contó con la participación de solistas de renombre como Greilys Bracho, Ninoska Camacaro, Iván Cardozo, Claudio González, y los invitados especiales Robert Girón y Gaspar Colón.
La soprano Ninoska Camacaro brilló especialmente, interpretando a la sufrida Violetta Valéry con una voz que cautivó al público y se llevó los aplausos de la noche.
Dirección y música de alto calibre
La dirección escénica, a cargo de Isabel Palacios, fue alabada por su detalle y precisión, mientras que Elisa Vegas, al frente de la Orquesta Sinfónica Gran Mariscal de Ayacucho, proporcionó una dirección musical impecable.
La colaboración del Coro de Ópera Teresa Carreño y el Orfeón Libertador añadió una riqueza sonora que enriqueció la experiencia.
Una producción visualmente impresionante
La producción no solo destacó por su calidad vocal y musical, sino también por su aspecto visual.
La escenografía de Francisco Caraballo y la iluminación de José Castillo crearon una atmósfera envolvente en cada uno de los cuatro actos.
El vestuario, diseñado por César Córdova, complementó la experiencia con trajes que reflejaban la época y el estatus de los personajes, contribuyendo a la inmersión del público en la historia.
Un evento para recordar
La Traviata en el TTC no solo fue un espectáculo para los oídos, sino también para los ojos.
Con casi cuatro horas de duración, incluyendo tres intermedios, la obra mantuvo a los espectadores enganchados hasta el final, dejando una impresión duradera y un deseo de más eventos de esta magnitud en Caracas.
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