Caracas.- Este año 2020, el COVID-19 ha hecho que enfermedades como la trombosis venosa profunda (TVP), se desarrolle con mucha mas rapidez.
Ahora que se vive distinto por la cuarentena, es bastante probable que la población general haya aumentado los niveles de sedentarismo. El 20% de las personas mayores a 40 años tienen posibilidad de sufrir de trombosis venosa profunda, mientras que para los de 80 años su porcentaje baja al 8% de probabilidades. En este sentido, dijo lo siguiente José Miguel Torres Viera, cardiólogo intervencionista y presidente de la Sociedad Venezolana de Cardiología.
“La sangre tiene un proceso de circulación por las arterias que va desde el corazón hacia los pies, una vez en los pies, esta vuelve por las venas hacia el corazón y de allí a los pulmones, para oxigenarse. Cuando ese proceso no está bien y no existe retorno de la sangre, la sangre se solidifica convirtiéndose en coágulos que dificultan o impiden su circulación habitual«.
Síntomas e impacto de la Trombosis Venosa Profunda
Los síntomas pueden ser en los brazos, pero es más frecuente en las piernas y se caracterizan por hinchazón, dolor, sensibilidad en la zona y puede que las venas se distiendan por almacenar sangre que circula mal.
“Cuando un trombo venoso o coágulo se rompe y se desengancha de la pared de la vena donde se ha formado llega a las arterias de los pulmones, generando así una embolia pulmonar que automáticamente disminuye el oxígeno y afecta al corazón”.
Una insuficiencia respiratoria y una sobrecarga en el corazón que busca bombear la sangre atascada más fuerte hacia delante poniendo en riesgo la vida del paciente.
El sedentarismo o falta de actividad física, común en estos tiempos de pandemia, evita una adecuada circulación uniforme de la sangre en nuestro sistema. Incluso, estar expuestos a muchas horas sentados o con las piernas cruzadas, podría generar una sobre carga en nuestro sistema venoso.
Cuando se está temporalmente inactivo por largos periodos de tiempo, el especialista recomienda elevar las piernas, flexionar los tobillos y extenderlas unas 10 veces cada 30 minutos para así disminuir el riesgo de coagulación de la sangre.
Por esta razón es pertinente tener una rutina con pausas activas que permitan el estiramiento de músculos y extremidades así estemos desde casa. Con respecto al tratamiento de esta patología, el Dr. Torres Vieira sugiere que los médicos realicen un “correcto diagnóstico” ya que la principal complicación de la TVP es la embolia pulmonar y esto es muy grave y hasta podría ser letal.
“Actualmente existen opciones terapéuticas que no requiere que el paciente este hospitalizado porque ahora existen los anticoagulantes orales directos (ACOD), para controlar los coágulos y que no se muevan a las arterias pulmonares. En caso de contagio ese paciente deberá seguir su tratamiento de anticoagulantes para mantener así controlada su enfermedad base, porque de lo contrario podría existir un mayor riesgo de complicaciones por causa del virus”.
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