Champagnole , Francia. El danés Søren Kragh Andersen (Sunweb), el mismo que ya se exhibió en Lyon, firmó un espectacular doblete con la victoria en solitario en la decimonovena etapa del Tour, entre Bourg-En-Bresse y Champagnole, de 166,5 kilómetros, jornada previa a la crono decisiva en la que mantuvo el liderato el esloveno Primoz Roglic (Jumbo Visma).
Kragh Andersen, de 26 años, fue el más fuerte, ambicioso e inteligente para resolver la etapa. Saltó del grupo de velocistas que marchaban escapados a 16 kilómetros de meta y aguantó en solitario, como si fuera una contrarreloj, para rematar con un tiempo de 3h.36.33, a una media de 46,1 km/hora.
Un doblete para el ciclista nórdico, capaz de evitar el esprint con los principales velocistas del pelotón con los que viajaba hasta el momento del demarraje definitivo. Aventajó en 53 segundos al esloveno Luka Mezgec (Mitchelton) y el belga Jasper Stuyvens (Trek), segundo y tercero.
Los favoritos, Peter Sagan, Trentin y Sam Bennett, cruzaron la meta a 1.02 minutos. Todos ellos sucumbieron con antelación. Andersen les arruinó la última oportunidad de esprint. Por sorpresa.
Los favoritos no entraron en la refriega, concentrados en la crono de la Planche des Belles Filles, de donde saldrá la foto previa del podio de París. Llegaron a meta a más de 7 minutos.
Roglic afrontará la cronoescalada con una ventaja de 57 segundos sobre su compatriota Tadej Pogacar (UAE Emirates) y 1.27 respecto al colombiano Miguel Ángel López (Astana). Duelo por el amarillo entre los eslovenos. El colombiano tendrá que defender su feudo ante Richie Porte, y los españoles Mikel Landa y Enric Mas, quinto y sexto, a la expectativa para ganar algún puesto.
CAVAGNA SE FUGA, EL BORA LE MANTIENE A RAYA
Se trataba de una etapa de transición, pero plagada de toboganes, idónea para recuperar fuerzas después de las jornadas alpinas y pensar en la crono definitiva del sábado, apta también para cazaetapas y esprínteres. Un total de 12 equipos aún sin victorias tenían buenas razones para buscar la aventura.
Después de una salida loca y de múltiples intentos de fuga, sobrevivió en solitario el campeón de Francia Remy Cavagna (Deceuninck Quick Step), quien decidió desafiar al pelotón, aún sabiendo que nunca le iban a permitir ventajas desmesuradas.
De ello se ocupó el Bora Hansgrohe, quien tiró del grupo para dejar claro que quería un desenlace al esprint para Peter Sagan. Esta formación perdió al austríaco Lukas Postlberger al sufrir una picadura de avispa en la boca con reacción alérgica severa.
La rebelión de Cavagna no fue a ninguna parte. En el esprint de Mournans (km 117) surgieron movimientos por los puntos del jersey verde. Sagan, Bennett y Trentin disputaron el paso, siendo el irlandés quien se llevó la mejor tajada.
LOS ESPRÍNTERES TOMAN EL MANDO, ANDERSEN REPITE
Entre tanta confusión atacó el campeón olímpico belga Greg Van Avermaet, un acelerón que siguieron nombres destacados. Se metieron Sagan, Bennett, Van Avermaet, Trentin, Mezgec, es decir, la crema y nata de los esprínteres que quedan en el Tour. La carrera estaba delante. La ventaja que tenían a 20 kilómetros de meta era de 2.30 minutos.
Un final de clásica se preparó para llegar a Champagnole, «la perla del Jura», cuna de grandes campeones del esquí, de tan solo 8.000 habitantes. Cada uno jugó sus bazas en un terreno ondulado que precisaba fuerza bruta.
Saltó el italiano Trentin a 16 de meta aprovechando un repecho, pero la respuesta del danés Kragh Andersen fue fulminante. El ganador en Lyon se puso a más de 50 por hora aprovechando las miradas entre los rivales de la fuga.
En modo crono, Andersen metió la cabeza en el manillar, sin mirar atrás para nada. Fue poniendo tierra por medio. Él solito ante el empuje de 11 hombres, un reto que afrontó el ciclista de Middelfart, que iba como una moto camino de su segunda victoria en el Tour de Francia.
Impresionante la exhibición de Kragh Andersen. Tercera victoria de la temporada: 2 en el Tour y una en la París Niza. El danés ha dejado su tarjeta de presentación en la edición «de la mascarilla».
Este sábado de decide el Tour con la disputa de la vigésima etapa, una contrarreloj de 36,2 kilómetros, los últimos 6 en subida a La Planche des Belles Filles. Quedará definido el podio de París.
EFE noticias
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