Montevideo, Uruguay. El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, espera que las finales en Montevideo de la Copa Sudamericana, este sábado, y de la Copa Libertadores, el día 27, se jueguen «en paz» y que, además de buen fútbol, la llegada de hinchas brasileños deje al turismo de su país «bastantes divisas».
El jefe de Estado visitó las instalaciones del estadio Centenario, que fue remodelado para albergar las finales de estos dos torneos auspiciados por la Conmebol.
«Estamos muy contentos. Espero que se desarrolle todo tranquilo, en paz, que sea buen fútbol y deje bastantes divisas para el turismo uruguayo», enfatizó Lacalle Pou.
Elogió el «muy buen trabajo» de las autoridades locales para coordinar con las brasileñas la llegada de hinchas y detectar si hay ciudadanos con antecedentes penales a los que se les deba prohibir el ingreso.
«Si funciona todo bien en la frontera, no debería haber mayores problemas», precisó.
Matizó que «no hay ningún sistema perfecto» y es posible que algún indeseable trate de ingresar, pese a las medidas.
El presidente uruguayo se declaró seguro de que en materia de seguridad sanitaria no haya riesgos.
Evitó relacionar la designación a Uruguay como sede de las finales únicas de dos de los más importantes torneos de la Conmebol con la candidatura del país para organizar el Mundial de 2030.
«Hay que tener claro lo que se tiene que invertir para una copa del mundo, lo que el país pueda hacer, lo que deja el resultado económico. Es un tema muy trillado y más vale hablarlo tranquilamente», concluyó.
Los brasileños Athletico Paranaense y Bragantino se medirán el 20 por el título de la Copa Sudamericana, y ocho días después se citarán en el mismo escenario Flamengo y Palmeiras en pos de la Copa Libertadores.
Además, este domingo, en el Gran Parque Central de Montevideo se dirimirá el título de la Copa Libertadores femenina entre el Independiente Santa Fe colombiano y el Corinthians brasileño.
EFE noticias
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