EUGENIO SUÁREZ

Los Diamondbacks están de nuevo en la marca de .500, y si eso suena familiar es porque es la 11ma vez este año que llegan a ese punto. En esta campaña de altibajos, nunca han estado más de cinco juegos por encima de esa marca o cuatro por debajo.

Eso podría cambiar después de la victoria del jueves 9-5, que rescató una serie de tres partidos contra los Azulejos en el Rogers Centre, ya que sus próximos nueve encuentros serán contra Rockies y Medias Blancas de gira, y luego ante los Marlins en casa. Es una oportunidad de oro para ellos contra equipos que han tenido un mal año hasta ahora.

No se pueden dar las victorias por sentado, y como aprendieron los Diamondbacks al ganar dos de tres juegos contra los Rockies hace un mes, nada es fácil. Los Rockies no solo se recuperaron para ganar uno de esos encuentros por 14-12, sino que Arizona tuvo que aferrarse con uñas y dientes al día siguiente para imponerse 1-0.

Aun así, estos próximos 10 días presentan una oportunidad de oro contra clubes que han tenido un año difícil.

Se espera que les vaya bien en ese lapso si juegan como lo hicieron el jueves, cuando Ryne Nelson lanzó 5 innings y dos tercios de buena pelota y el venezolano Eugenio Suárez y Pavin Smith conectaron un par de cuadrangulares importantes.

Arizona nunca estuvo abajo en la pizarra, anotando dos carreras en la segunda y tercera entrada antes de sumar tres en la quinta y otras dos en la sexta.

“Ha sido una locura”, dijo Suárez sobre su equipo y el récord de .500. “Llegamos allí, nos sentimos bien y luego jugamos algunos partidos malos. Pero así es el juego, sabes, así es el béisbol. Solo tenemos que seguir jugando bien y creer en nuestro equipo. Creo que tenemos una muy buena oportunidad de seguir adelante, y ahora intentaremos ganar juegos en Colorado y Chicago para seguir avanzando. Esa tiene que ser nuestra mentalidad. Porque creo que si podemos jugar así, tendremos la oportunidad de jugar por encima de .500”.

La marca de .500 no es donde los Diamondbacks pretendían estar cuando salieron y firmaron al lanzador derecho agente libre Corbin Burnes con un contrato de seis años y US$210 millones y elevaron su nómina del Día Inaugural a US$195 millones, un récord para la franquicia.

Pero las lesiones y un rendimiento por debajo de lo esperado en áreas clave los han dejado en esa posición.

“Ese no es nuestro destino final”, aseguró el mánager de los Diamondbacks, Torey Lovullo. “Ahí no es donde queremos estar. Pero dadas todas las circunstancias, el conjunto completo de circunstancias con las que hemos estado lidiando durante las últimas tres semanas, estoy orgulloso de la garra que ha mostrado este equipo. Les importa. Salen todos los días con la intención de jugar su mejor partido. Pero tenemos un largo camino por recorrer. Lo sabemos, y queremos ganar juegos de béisbol tanto como cualquiera en todo el estado de Arizona. Tenemos que salir y hacer el trabajo”.

El bullpen ha sido un problema importante para los Diamondbacks este año y con el venezolano Juan Morillo y Ryan Thompson empezando a lanzar mejor, junto con la llegada del zurdo Kyle Backhus, Lovullo tiene ahora más opciones para darle la pelota al cerrador Shelby Miller, quien a pesar de su tropiezo la noche del martes ha estado sobresaliente este año.

“Creo que estamos definiendo algunos roles, y eso es muy, muy importante, y eso es lo que he estado buscando”, detalló Lovullo. “He estado buscando a esos relevistas intermedios, a los muchachos que mantengan las ventajas donde están y se la entreguen a los de la parte trasera. Las cosas se están moviendo bien allí. En general, estamos buscando que los muchachos tomen un buen ritmo, saquen outs importantes y nos ayuden a ganar juegos”.

Estos próximos 10 días son una oportunidad perfecta para hacer precisamente eso.

Acuña sigue su onda expansiva

Hank Aaron conectó un jonrón en el Atlanta Stadium en 1972 y Chipper Jones la desapareció por encima de la barda del Turner Field cuando el Juego de Estrellas regresó a Atlanta 28 años después. ¿Experimentará el venezolano Ronald Acuña Jr. la misma emoción de jugar en casa cuando el Truist Park sea anfitrión del Clásico de Mitad de Temporada el próximo mes?

 “Quiero formar parte del roster del Juego de Estrellas este y todos los años”, expresó Acuña. “Obviamente, este año siento un incentivo extra con el juego aquí en Atlanta”.

Ciertamente, sería una lástima si Acuña no fuera elegido o seleccionado para competir en el Juego de Estrellas de este año. Ocupó el sexto lugar entre los jardineros de la Liga Nacional cuando se publicó el primer boletín de la votación el lunes. Pero se encontraba a menos de 100,000 votos del tercero de los tres puestos reservados para los patrulleros que estarán en la alineación titular de la L.N.

Cuando la Fase 1 de la votación concluya a las 12 p.m. ET del 26 de junio, creo que Acuña estará entre los tres más votados. En cualquier caso, es seguro asumir que será uno de los seis guardabosques de la Nacional que avanzarán a la Fase 2.

Desde que hizo su debut en la campaña, queda evidente que Acuña sigue siendo un jugador élite, incluso con un par de rodillas reparadas quirúrgicamente. Aquí te mostramos dónde se ubica entre todos los jugadores de MLB en estas principales categorías ofensivas, remontándonos a cuando fue activado de la lista de lesionados el 23 de mayo.

Aunque todavía no está robando bases como lo hizo durante la temporada 40-70 que le valió el Premio JMV de la Liga Nacional, es casi como si hubiera retomado el nivel donde lo dejó hace dos años. Al preguntársele cómo se siente en comparación con esa campaña del 2023, el dinámico jardinero sonrió y dijo: “Mucho mejor”.

Los números respaldan su evaluación. Aquí están sus mejores marcas de OPS en los primeros 24 partidos de cualquiera de sus ocho temporadas.

A pesar de perderse los primeros 49 partidos de los Bravos, Acuña tiene una proyección Para conectar 39 jonrones.

“Mi principal preocupación es simplemente hacer lo que sea para ayudar a mi equipo a ganar y simplemente disfrutar en el terreno”, indicó Acuña.

El increíble poder de Acuña es sólo una parte del entretenimiento que puede proporcionar cada vez que pisa un terreno de juego. Hizo un doble play a Juan Soto después de hacer una gran atrapada en la barda en la victoria del martes, y su brazo es tan bueno como el de cualquier jardinero de los Bravos que yo recuerde, tanto en fuerza como en precisión.

Acuña ocupa el tercer lugar entre los jardineros de MLB con el promedio de 97.6 millas por hora que ha generado con sus tiros este año.

“Es como siempre he dicho, nunca sabes lo que podrías perderte si te levantas a buscar una cerveza o algo cuando él está en el plato o en el terreno”, comentó el manager de los Bravos, Brian Snitker.

Juan Soto en selecto grupo

De los 23,508 jugadores que han visto acción en un juego de Grandes Ligas, apenas el 0.3 por ciento logró conectar 1,000 hits antes de cumplir los 27 años.

Juan Soto forma parte de ese 0.3 por ciento.

El dominicano conectó el hit número 1,000 de su carrera el jueves, contra Spencer Strider de Atlanta, uniéndose así al grupo de apenas 84 jugadores que han alcanzado esa marca con 26 años o menos. También es uno de solo 17 peloteros que han sumado 1,000 hits y 200 jonrones antes de cumplir los 27. Y es el único en ese grupo de edad que ha conseguido 1,000 imparables, 200 cuadrangulares y 800 boletos.

De los 84 jugadores que conectaron al menos 1,000 hits antes de cumplir los 27 años, 17 terminaron llegando a los 3,000 (y otros cinco aún están activos).

Los primeros 569 imparables de Soto fueron con los Nacionales. Luego sumó 199 con los Padres y 166 más con los Yankees. Ahora, en su primera temporada de un contrato de 15 años y US$765 millones con los Mets, ya acumula 66.

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