Las 3 D del Autoliderazgo

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Cometí tantos errores cuando me tocó liderar un equipo de trabajo que hoy estoy convencida de que, si no te lideras a ti, es imposible liderar a alguien más.

En principio ser LIDER en todo el sentido de la palabra pasa por ser congruente y aquí volvemos al punto anterior, liderarse a sí, para poder liderar a otros.

En tal sentido te hablaré de tres formas de ejercer el liderazgo en ti para poder ejercerlo de forma apropiada y con un impacto positivo en los demás.

El dominio propio es la clave para un autoliderazgo exitoso que repercutirá en tu forma de ejercer un liderazgo en tu entorno, entonces es momento de aplicar las 3 D del autoliderazgo:

1. Domina a tu ego:
Como líderes caemos en 3 trampas de nuestro ego que aniquilan nuestro liderazgo y terminan afectando nuestra autoestima:

A. Quieres que la gente dependa solo de ti, pues si la gente toma decisiones propias sin tomar en cuenta tu punto de vista, te ofendes y reaccionas.

Aquí tu ego se apodera de ti, pues como líder siempre quieres tener el protagonismo y no, resulta que el liderazgo ha evolucionado, que cada individuo desde su autonomía tiene derecho a escoger lo mejor para sí mismo y eso no tiene porque representar una ofensa para ti y mucho menos un ataque a tu liderazgo.

Aquí la clave es la comunicación pero desde la responsabilidad personal y el respeto al otro, donde la escucha y la comprensión de tu parte, juega un rol fundamental.

B. Quieres que la gente se supere pero no más que tu:

Esta es una de las trampas más nefastas de nuestro ego, yo pasé por ahí.

Fíjate, muchas veces hay inseguridades tan escondidas y enmascaradas que el hecho de que otro demuestre competencias y habilidades tan fuertes o hasta más desarrolladas que las tuyas, te hacen sentir en peligro.

Si, es así, un poco primitivo pero así funciona nuestro cerebro reptiliano, si no te comes tu a alguien, ese terminará comiéndote a ti y realmente esto es tan irreal y subjetivo, esto solo es producto del miedo y tus propias inseguridades.

Así que deja de resaltar los defectos de los demás para tapar los tuyos o para alimentar tu sentimiento de superioridad.

La clave aquí es que lo reconozcas, si, tienes que hacerlo consciente y empezar a trabajarlo. No es fácil ni rápido, pero se logra, sabiendo que, la suma de las competencias tuyas y las del otro aceleran el logro de los objetivos y esto no implica ningún riesgo para ti, al contrario, te beneficia.

C. Quieres controlar todo tu entorno:
Quieres estar en todo, saberlo todo y solucionarlo todo, si no te sientes desplazad@

¿Entonces para que tienes equipo?

El control solo te hará presa de tus emociones, vivirás con un cúmulo de emociones que a su vez afectarán tu salud.

Te crees indispensable y te alimentas de esa dinámica, donde dices: «Sin mi nada funciona» y si te das cuenta de que las cosas, alguna vez, funcionan sin ti, entras en colapso.

Entonces empieza por dominar a tu ego. Cuando lo logres habrás dado un gran paso hacia tu autoliderazgo, ese que te permitirá ser un líder sensible y humilde, dos valores primordiales que todo líder necesita desarrollar.

2. Domina tu lengua:
Eres un verdadero líder cuando tu capacidad de reflexionar acerca de lo que vas a decir, está por encima de la rapidez de tus palabras.

Cuidado con como te expresas acerca de otros, especialmente si son tus colaboradores, cualquier expresión de superioridad de tu parte que los ponga por debajo de ti, es contraproducente para el equipo en general.

Jamás los veas como seres inferiores a ti, sin ellos tu no estarías donde estas.

Así que cuida tus palabras pero para ello necesitas cuidar primero tus percepciones e interpretaciones.

Si logras liberarte del juicio habrás ganado la batalla.

Piensa antes de hablar y habla con bondad, con amor y con empatía, no sin antes detenerte a escuchar. Cada ser humano es un mundo, emprende el viaje hacia este mundo y conoce las maravillas que cada uno posee.

3. Domina tus hábitos:

Esto es tan fundamental que me sorprende como puedes atraer a personas a ti, solo por tus valores o antivalores o tus buenos o malos hábitos.

Pues la gente que te rodea, se parece a ti, más de lo que crees.
Abre tu mente y tus sentidos para identificar en qué son tu reflejo.

Haz una lista de todo lo que te molesta de tu equipo de trabajo y empieza a examinarte; identifica en qué aspecto de tu vida tu te comportas del mismo modo.

Si no te gusta algo en ellos que afecta tus resultados pero no te molesta, solo lo comprendes, entonces toma las decisiones y las acciones necesarias para cambiarlo, aunque eso implica dejar de un lado a la persona, pero hazlo comunicándolo al otro.

Jamás dejes de lado a alguien de tu equipo sin comunicarle tu intención y tienes que hacerlo de la mejor manera posible, no resaltando sus defectos o tus juicios, sino dejando claro tus necesidades.

Ahora bien:
Deja de exigir a otros lo que tu aún no haces.
Pedimos puntualidad y llegamos tarde
Pedimos compromiso y nosotros no nos comprometemos.
Pedimos que se acaben las excusas y en el mínimo error de tu parte te excusas sin admitirlo, ni reconocerlo.

Lo que quiero decir con esto, se resume en congruencia y más congruencia.

Si eres un líder tendrás que convertirte en el prototipo de persona que quieres como colaborador.

Siempre comprendiendo que tu proceso es distinto al del otro y eso también se respeta.

Ser un buen líder es simple, solo tienes que ser un gran ser humano y tener la disposición de siempre servir, pues ya no estás solo en el camino.

Ya sabes, domina tu ego, domina tu lengua y domina tus hábitos, eso te hará una mejor persona y en consecuencia en un gran líder.

Espero que empieces a aplicar estas 3D y comiences a autoliderarte.

Muchas bendiciones y a cambiar al mundo.

Con amor,

Coach Bárbara Ortega

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