Hay a quienes les cuesta cerrar ciclos y quienes los «cierran muy rápido» sea cual sea tu caso, este escrito es para ti.
Para mi cerrar ciclos se había vuelto una pesadilla, de verás esto de cerrar y pasar la página, es algo que me costó aprender.
A veces era tan brusca que tiraba la puerta y continuaba sin mirar atrás, en mi tacto no era nada cuidadosa. Era como arrancar la página del libro, tirarla a la basura y continuar.
Otras veces me quedaba ahí en la mitad de la puerta sin saber que paso dar, preguntándome, será que me devuelvo o será que continúo. Las dudas se apoderaran de mi, me sobrepasaban y me paralizaban, aquí la mejor salida era siempre no pensar, para ello dormía o me distraía con cualquier otra actividad que me mantuviese lo suficientemente ocupada.
Otra de mis formas era, sencillamente creer que lo había cerrado pero seguir cargando con el peso del pasado en forma de rencor, resentimiento y amargura. Definitivamente esta era la peor forma de cerrar ciclos.
Con el tiempo y las lecciones que te da el tiempo, he aprendido a cerrar esos ciclos de forma más ecológica, de hecho de un tiempo para acá, he reencuadrado mi definición de cerrar ciclos, ya no lo defino como pasar la página y ya, ni como perder cosas o personas, tampoco como odiar a quienes quedaron atrapados del otro lado de la puerta que decidí cerrar.
Ahora cerrar ciclos para mi es parte natural y vital de la vida.
Si nuestra vida está compuesta por ciclos de hecho y para poder crecer y evolucionar tenemos que transitar uno a uno, culminar etapas y seguir avanzando.
Una muestra de ello son las diferentes etapas de nuestra vida, la niñez, la adultez y la vejez, son ciclos por los que transitamos y que nos han dejado grandes experiencias, algunas agradables otras desagradables pero sin duda de mucho aprendizaje.
Y si la vida esta compuesta por ciclos y cada ciclo es el vagón de un tren que componen el enorme tren de nuestra vida, ese que nos lleva a recorrer los diferentes pasajes que nos llenan de tanto aprendizaje, quiere decir que cerrar ciclos no es más que pasar de un vagón a otro disfrutando la experiencia que te deja cada uno y nutriendote de las diferentes perspectivas.
En cada vagón encontrarás personas diferentes y disfrutarás del recorrido junto a ellas, si así lo quieres, a menos que elijas amargar tu recorrido porque tus acompañantes de vagón te desagradan, sin embargo, considera que continuarás en este vagón hasta que ya hayas aprendido lo necesario de ahí y requieras saltar a otro, para compartir con otras personas, seguir aprendiendo y seguir creciendo.
Con todo esto lo que quiero decirte que o avanzas o te estancas.
Si decides mantener el ciclo abierto, es imposible que puedas saltar hacia el otro vagón, podrás intentarlo mil veces pero el peso de las personas y situaciones que experimentas en este ciclo, te llevarán hacia atrás.
Si decides verlo desde esta perspectiva, valorarás todo lo aprendido durante tu estadía acá, apreciarás hasta lo vivido con las personas que compartiste, te darás cuenta de cuanto has crecido y decidirás soltar, saltar y seguir.
Estas son las 3 S imprescindibles para cerrar esos ciclos que tanto insistes en mantener abiertos.
1. SOLTAR: implica deshacerte de todas las cargas, resentimientos y de todo el dolor que te han dejado estas experiencias, apreciando el valor de ellas, puesto te han convertido en la persona que eres. Para ello tienes que honrar y agradecer lo vivido, pues ha formado tu carácter y te ha contactado con las heridas del pasado que no te has atrevido a sanar.
Soltar implica perdonar, agradecer y bendecir para poder continuar, esto te permitirá seguir tu vida sin repetir una y otra vez las lecciones que no hayas aprendido.
2. SALTAR: Este salto es vital, dependerá de cuan liviano estés luego de soltar; si estás lo suficientemente liviano podrás saltar más alto y más lejos, avanzando mucho más y evolucionando más rápido de lo que esperabas para adentrarte en un nuevo mundo de experiencias y aprendizajes que te permitirán seguir expandiendo tu conciencia y cumpliendo tu propósito.
3. SEGUIR: implica abrir un nuevo ciclo, tomando lo que ya has aprendido si es que te funciona y permitiéndote, desaprender para volver a aprender de nuevas experiencias, sin repetir viejos patrones, escribiendo tu propia historia, solo cultivando nuevas vivencias que siguen dando sentido a tu vida.
Si cumples con estas 3 S de seguro se te hará más fácil cerrar ciclos, pero antes reconoce esos ciclos que piensas que has cerrado pero que siguen abiertos causándote dolor, rencor y resentimiento.
Recuerda los que has cerrado y hónralos, y empieza a cerrar esos que siguen abiertos pero ahora desde el amor.
¡Vamos que tu puedes!
Mereces evolucionar.
Coach Bárbara Ortega
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