El presidente de Colombia, Gustavo Petro, respondió este miércoles a la decisión de Estados Unidos de suspender el monitoreo de cultivos de coca en el país, que han reportado medios locales, enfatizando en un cambio en la política de drogas.
«Las cosas cambian. La estructura de consumo de narcóticos está cambiando para mal, lo que reduce la demanda de cocaína que empieza a fluir a otros lados del planeta», aseguró el presidente en su cuenta de Twitter.
De esa forma contestó un mensaje de la congresista opositora de Estados Unidos María Elvira Salazar donde criticaba el «favorcito» del presidente estadounidense, Joe Biden, a Petro al «suspender el monitoreo de cultivos de coca en Colombia».
Varios medios colombianos, que citaban fuentes oficiales de la Casa Blanca, informaron en los últimos días que Estados Unidos habría dejado de monitorear las hectáreas de coca sembradas en el país, una información que aún no ha sido confirmada a EFE por varias fuentes consultadas.
El último informe de la Oficina de Política Nacional para el Control de Drogas de la Casa Blanca (ONDCP) estimaba que la producción de cocaína descendió en 2021, pasando de las 994 toneladas en 2020 a las 972 toneladas.
Además de liderar la producción de cocaína, Colombia es también el país con mayores hectáreas cultivadas de coca, con 234.000 hectáreas registradas por esa oficina estadounidense, aunque también se redujeron de los 245.000 del año anterior.
Por su parte, el último informe del Sistema Integrado de Monitoreo de Cultivos Ilícitos (SIMCI) de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC) apuntó a que en 2021 hubo 204.000 hectáreas cultivadas de coca, un incremento del 43 % respecto a las 143.000 hectáreas de 2020.
Este martes, la embajada de Colombia en Estados Unidos explicó en un comunicado, sin dar contexto sobre a qué aludía, que la colaboración entre estos dos países es fruto del «trabajo bilateral, basada en la confianza y el mutuo compromiso», lo que «es fundamental para lograr este objetivo compartido».
«Colombia y Estados Unidos abordan el impacto negativo de la economía de las drogas ilegales desde un amplio espectro que comprende el daño causado por el consumo y los eslabones del tráfico en su totalidad», estimó la embajada, sin aludir a ninguna suspensión ni decisión de EE.UU.
Y ahondó una vez en la «nueva política de drogas en Colombia» que busca dejar de perseguir a los pequeños cultivadores y atacar las estructuras del narcotráfico, aumentando las detenciones y las incautaciones de cocaína.
«Bajo el principio de responsabilidad compartida estamos redoblando esfuerzos para desarticular las redes criminales relacionadas con el tráfico de drogas ilícitas fomentando la seguridad, el desarrollo social inclusivo y la protección del medioambiente», apuntó la embajada, sin dar explicaciones de por qué el Gobierno estadounidense no ha publicado el informe de monitoreo de cultivos de coca este año.
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