El escolta de Boston Celtics, Jaylen Brown, resiste con el balón a la presión del escolta de Detroit Pistons, Cade Cunningham, durante el partido que ganaron este miércoles por 130-120.EFE/EPA/CJ GUNTHER SHUTTERSTOCK

Con una pésima hoja de servicios de 22 pérdidas de balón que dieron pie a 27 puntos de sus rivales, Los Angeles Lakers, sin LeBron James, no pudieron con unos Minnesota Timberwolves que este viernes se impusieron desde su defensa por 97-87.

Solo tres victorias en los últimos once encuentros llevan unos Lakers (13-12) con cada vez más dudas y muy lejos de aquel ilusionante principio de campaña que ahora parece ya un espejismo.

LeBron no viajó a Mineápolis y fue baja por molestias en el pie izquierdo y por razones personales. Contando el parón de la NBA Cup y siempre y cuando regresara este domingo, ‘King James’ descansaría ocho días completos desde la derrota en Atlanta del 6 de diciembre al duelo del 15 ante Memphis.

Ante los Wolves (13-11), los Lakers nunca bajaron los brazos pero entre sus infinitas pérdidas de balón, su preocupante desacierto en el tiro y la afilada defensa de sus rivales la noche fue una misión imposible.

Anthony Davis (23 puntos y 11 rebotes) fue el máximo anotador de unos Lakers sin puntería con un 38,4 % en tiros de campo y un 28,6 % en triples (10 de 35).

Austin Reaves, en su regreso tras dos semanas fuera, aportó 18 puntos y 6 rebotes. Max Christie fue titular y sumó 15 puntos.

Por Minnesota, que ha ganado cinco de sus últimos seis encuentros limitando en los triunfos a sus contrincantes en 92 puntos o menos, Anthony Edwards (23 puntos y 6 rebotes) y un Julius Randle motivado ante su exequipo (21 puntos) fueron los más productivos.

También destacaron Jaden McDaniels (18 puntos, 9 rebotes y 5 robos) y Rudy Gobert (12 puntos y 13 rebotes) en unos Wolves con la ofensiva averiada (40,2 % en tiros de campo y 28,1 % en triples) pero poderosos desde su intensa presión defensiva.

Pérdidas y más pérdidas

Ante uno de los mejores equipos defensivos de la NBA, que ya les dejó hace menos de dos semanas en unos míseros 80 puntos, los Lakers se dispararon en el pie con un primer cuarto muy torpe y descuidado de nada menos que 11 pérdidas de balón.

Esos regalos de los Lakers fueron lo único que necesitaron los Wolves para dominar el primer periodo por 32-23. 16 puntos de los locales llegaron precisamente tras esas 11 pérdidas de los visitantes.

La ofensiva de Minnesota se atascó con un segunda unidad y tardó casi seis minutos en lograr su primera canasta del segundo periodo.

Pero los Lakers, aunque aprovecharon para recortar el margen, tampoco lograron darle la vuelta al marcador. Con 50-44 al descanso, Minnesota se dejó guiar por Randle (15 puntos) y McDaniels (13) mientras que Davis (14) fue el máximo anotador de un conjunto angelino con 14 pérdidas al descanso.

Edwards se soltó en la reanudación, metió 11 puntos en el tercer cuarto y propulsó a unos Wolves que estuvieron muy cerca de romper el encuentro con un +17.

Sin embargo, los de púrpura y oro no tenían argumentos para una remontada pero sí los suficientes para no tirar el partido antes de hora por lo que llegaron con vida al último cuarto con un 77-66.

En un quiero y no puedo constante, a solo 5 puntos se colocaron con dos minutos y medio por jugarse gracias a un triple de Davis. Pero la siguiente jugada fue el perfecto resumen de la desafortunada velada de los Lakers.

Mike Conley falló un triple y el rebote defensivo fue para los Lakers, pero Randle le robó la cartera a Rui Hachimura y el balón acabó en McDaniels, que anotó una canasta sencillísima para dejar la victoria de los Wolves prácticamente resuelta.

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