Por mucho tiempo se pensaba que la imaginación era una característica meramente humana e incapaz de replicarse en otros seres, pero un estudio hecho por investigadores del Janelia Research Campus, del Instituto Médico Howard Hughes, en EE.UU han demostrado que las ratas tienen la capacidad de memorizar un objeto que han visto antes o imaginarse en otros contextos, según el artículo publicado por la revista Science.

Ver lo que no esta

Una persona puede activar una serie de patrones de actividad neuronal en el hipocampo, área encargada de la memoria espacial. El estudio revelo que las ratas también pueden generas estas respuestas neuronales. Esta capacidad es importante para desarrollar la abstracción y la capacidad de viajar a otros lugares con la mente, o prever posibles eventos futuros. Esto significa que las ratas poseen una forma de imaginación. «Imaginar es una de las cosas más extraordinarias que podemos hacer los humanos. Ahora hemos descubierto que los animales también pueden hacerlo y encontramos una manera de estudiarlo», dice Albert Lee, ex líder de grupo y ahora

investigador del HHMI en el Centro Médico Beth Israel Deaconess.

Para probar que estos animales tienen esa capacidad, el equipo ideó un ingenioso sistema que combina la realidad virtual con una interfaz cerebro-máquina que a la vez que le muestra imágenes al espécimen, puede monitorizar su actividad cerebral. Fue así que se descubrió que las ratas pueden imaginarse visitando lugares que han visto antes o mover objetos que no están en frente.

«De hecho, la rata puede activar la representación de lugares en el entorno sin tener que ir allí», dice Chongxi Lai, primer autor del artículo. «Incluso si su cuerpo físico está fijo, sus pensamientos espaciales pueden ir a un lugar muy remoto».

El experimento de Jumper y Jedi

El experimento inicio hace nueve años con el desarrollo de un detector de pensamientos que pudiera medir la actividad neuronal y traducirla. El sistema utiliza una interfaz cerebro-máquina (BMI, por sus siglas en inglés), que proporciona una conexión directa entre la actividad cerebral y un dispositivo externo. En el sistema del equipo, el BMI produce una conexión entre la actividad eléctrica en el hipocampo de la rata y su posición en un campo de realidad virtual de 360 grados.

El BMI permite a los investigadores probar si una rata puede activar la actividad del hipocampo con solo pensar en un lugar, sin ir físicamente allí. Una vez desarrollado su sistema, los investigadores tuvieron que crear el ‘diccionario de pensamiento’ que les permitiría decodificar las señales cerebrales de la rata. Este diccionario recopila cómo se ven los patrones de actividad cuando la rata experimenta algo en una realidad virtual.

Los investigadores engancharon a dos ratas al sistema de realidad virtual, Jumper y Jedi, para que corrieran en una rueda de 360 grados y se movieran hacia un objetivo virtual, que una vez alanzado les aseguraba un premio. Los investigadores pueden ver así qué neuronas se activan cuando la rata ‘anda’ mentalmente por la arena para alcanzar cada objetivo. Después las ratas fueron desconectadas y se les dio la tarea de ir de nuevo hacia la recompensa siguiendo el patrón de la primera vez.

Para la segunda tarea, las ratas debían mover un objeto virtual a una meta en diferentes ubicaciones, la cual repitieron con el mismo patrón de memoria espacial.

El equipo descubrió que las ratas pueden controlar de manera precisa y flexible la actividad de su hipocampo de la misma manera que lo hacen los humanos. Los animales también son capaces de mantener sus pensamientos en un lugar determinado durante un período de tiempo similar al que los humanos reviven eventos pasados o imaginan nuevos escenarios.

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