EFE Noticias

Madrid, España. No podía ser otro futbolista que Leo Messi, el dominador del fútbol español, el que marcase el tanto del triunfo del Barcelona ante el Levante (1-0) con el que sentenció definitivamente la Liga española a falta de tres jornadas para el final, convirtiendo en estéril el esfuerzo del Atlético de Madrid.

El fútbol español tiene un dominador de su competición estrella, la Liga, un Barcelona que ha conquistado ocho de las once últimas con un dominio abrumador en la ‘era Messi’. El argentino, reservado de inicio por Ernesto Valverde para las semifinales de la Liga de Campeones, tuvo que salir tras el descanso para poner el acierto en el remate y dar el triunfo.

Un dominio abrumador en la Liga de un Barcelona regular todo el curso, con apenas dos derrotas en las 35 jornadas disputadas, al que se le pidió un fútbol más brillante con continuidad pero que brilla como bloque de la mano de Valverde. Y cuando algo no funciona como es debido aparece el rey del fútbol, Messi, para poner la luz.

Así fue ante el Levante. Tras una primera parte de dominio azulgrana e innumerables ocasiones, muchas de un Coutinho muy activo, que nunca pudieron superar a un acertado Aitor Fernández. La salida de Messi revolucionó el partido y a los 61 minutos el argentino puso la pausa y el acierto necesario a un balón peleado por Arturo Vidal. Su disparo cruzado daba el título.

Se pudo aplazar una jornada más la celebración del título por el barcelonismo. El Levante rozó el empate con un disparo al poste de Bardhi y un mano a mano perdonado por su goleador José Luis Morales. Sus fallos le mantienen en la agónica pelea por la permanencia, con tres puntos sobre el descenso a la espera del partido del Girona frente al Sevilla.

La obligación a ganar del Barcelona se la impuso el Atlético de Madrid. Nada se le puede reprochar al equipo del ‘Cholo’ Simeone desde que sus opciones se convertiesen en un imposible tras perder en el Camp Nou. Cuatro victorias consecutivas esperando el fallo que no llegó del Barcelona. La última ante un Real Valladolid que se juega todo cada partido y se marchó lamentando las decisiones del colegiado y el VAR.

Una posible mano de Arias y un empujón de Antoine Griezmann en la acción del gol que decidió el partido, un tanto en propia puerta de Joaquín tras centro de Saúl Ñíguez a los 66 minutos, dieron un triunfo por inercia al Atlético de Madrid (1-0).

Sergio González, técnico del Real Valladolid, recordó las manos del Sevilla en Getafe para mostrar la disparidad de criterio con su equipo. «Tenemos indignación y rabia; ha sido penalti claro», denunció el capitán Javier Moyano transmitiendo el sentir de un equipo que puede volver a caer a puestos de descenso, solo distanciado un punto, y que se jugará la permanencia en tres partidos ante Athletic, Rayo Vallecano y Valencia.

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