La alta representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Kaja Kallas, llega a la reunión informal de líderes de la UE sobre defensa europea en Bruselas, el 3 de febrero de 2025. EFE/EPA/OLIVIER HOSLET

Los líderes de la Unión Europea (UE) iniciaron este lunes en Bruselas una reunión informal en la que esperan abordar íntegramente cómo mejorar la defensa comunitaria y ganar autonomía en seguridad, con la urgencia de ser capaces de colaborar mas conjuntamente y el reto de encontrar la manera de financiar esos esfuerzos.

«Mi intención con este retiro es mantener un debate franco, abierto y libre» sobre las prioridades militares que la UE debe desarrollar en colaboración, cómo garantizar la financiación necesaria y cómo reforzar las asociaciones existentes, indicó ante la prensa a su llegada a la reunión el presidente del Consejo Europeo, António Costa.

Costa confió en que esta cita produzca una «discusión estratégica» -no habrá conclusiones formales- que dé orientación política a la Comisión Europea y a la alta representante de la UE para Asuntos Exteriores y Seguridad, Kaja Kallas, para la redacción del próximo libro blanco sobre la defensa comunitarias, que se han comprometido a presentar en los primeros cien días de mandato.

A esta cumbre informal, en la que también se abordarán las relaciones con Estados Unidos, han sido invitados además el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, y el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, que participarán en un almuerzo y una cena de trabajo, respectivamente.

OTAN

Kallas recordó a su llegada que el objetivo de destinar el 2 % del producto interior bruto (PIB) a defensa lo acordaron los países de la OTAN en 2014, pero que ahora hay que «hacer más porque tenemos una guerra a gran escala en marcha en Europa y Rusia no ha cambiado su objetivo».

El canciller alemán, Olaf Scholz, dijo que es necesario gastar «al menos» el 2 % del PIB en defensa y pidió que «unos pocos Estados miembros recorran aún el resto del camino».

Defendió asimismo reducir los controles de las reglas de competencia para potenciar la industria de defensa europea.

El presidente francés, Emmanuel Macron, manifestó que «no habrá respuesta a la cuestión de la seguridad de Europa a menos que los europeos lleven más lejos su industria de defensa y su base industrial y tecnológica de defensa, que asuman más inversiones y adopten una preferencia europea».

El nuevo primer ministro belga, Bart De Wever, abogó por «gastar más», como va a hacer su Ejecutivo, que va a destinar el 2 % del PIB a más tardar en 2029 y el 2,5 %, en 2034, apuntó, a la vez que alertó de que sería «un error pensar que Europa puede o debe defenderse sola».

El primer ministro estonio, Kristen Michal, puso como ejemplo que el gasto en defensa en su país se sitúa actualmente en torno al 3,5 % del PIB y que se ha fijado el objetivo de llegar al 5 %.

La primera ministra letona, Evika Silina, consideró que la UE debe incrementar el gasto en defensa «no solo porque Estados Unidos parece que esté pidiendo más», y sobre cómo financiar la compra de nuevas capacidades a nivel europeo, apuntó a «diferentes instrumentos» e incluso «bonos».

Gitana Nauseda

El presidente lituano, Gitanas Nauseda, consideró que no se puede esperar al próximo presupuesto plurianual, que comienza en 2028, para tener en cuenta las cuestiones de defensa y seguridad.

«Préstamos conjuntos, un trato más flexible del gasto en defensa al calcular el déficit fiscal, extender el mandato del Banco Europeo de Inversiones y otras medidas podrían ser útiles para encontrar decisiones necesarias no mañana, sino hoy», comentó, y recordó los mecanismos adoptados por la UE para responder a la pandemia del coronavirus.

El primer ministro irlandés, Micheál Martin, dijo que su país «no se opone», pese a no haberla firmado, a la carta enviada por 19 líderes de la UE al Banco Europeo de Inversiones (BEI) para que flexibilice más sus políticas y preste más a la industria de defensa, y que está «abierto a diferentes propuestas» para emitir deuda colectiva, como se hizo en la recuperación de la pandemia.

La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, señaló que «no debe cundir el pánico», aunque admitió que «tenemos prisa» visto que Rusia y Putin «no sólo amenazan a Ucrania, sino a todos nosotros, y tenemos que ser capaces de defendernos», por lo que pidió «acelerar las líneas de producción».

El primer ministro de Luxemburgo, Luc Frieden, señaló que, para el club comunitario, «no es suficiente tener una unión bancaria», sino que también «necesita tener una unión de la defensa».

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