La nueva líder del Partido Conservador, sucesora de Boris Johnson, fue elegida y se trata de Liz Truss, quien se convirtió además, de manera automática, en la tercera jefa de Gobierno del Reino Unido, tras Margaret Thatcher (1979-1990) y Theresa May (2016-2019).
Luego de imponerse con más de 81.000 votos ante su rival, el exministro de Economía Rishi Sunak, se prevé que en próximos días Truss notifique su intención de formar gobierno a la reina Isabel II.
En tanto, los medios de comunicación especializados anticiparon que su mandato no comenzará con el tradicional período de «luna de miel». El editor político del diario The Independent, Andrew Woodcock, opinó que «ella caminará directo hacia el huracán».
Y es que el gobierno de Truss se iniciará en un momento de tensión y preocupación, debido a la inflación en Reino Unido, que podría llegar a 18 %, y los altos costos de la energía, sobre los cuales existe una importante interrogante respecto a las medidas que tomará para hacer frente al exponencial incremento de las facturas (de 80 %).
Chris Mason, editor político de la BBC, rebatió los comentarios suscitados e indicó que ella ha demostrado ser una política que «sabe cómo sobrevivir a situaciones difíciles».
Sin embargo, poco era lo que se conocía de Truss en la matriz de opinión pública, a nivel mundial; su nombre resonó bajo hasta las pasadas elecciones internas del Partido Conservador.
Una conservadora no convencional
Mary Elizabeth Truss, conocida como Liz Truss, nació en Oxford, Inglaterra, en 1975 (26 de julio). Su padre, un profesor de matemáticas, y su madre, una enfermera; descritos por la propia Truss como personas «de izquierda».
De niña, solían llevarla a manifestaciones contra Thatcher y la proliferación nuclear (campañas por el desarme nuclear). Creció como detractora de la Dama de Hierro y la corona británica. Más tarde en su vida adoptaría el conservadurismo y el Brexit, sería considerada una «libertaria» y recibiría el apoyo del ala más derechista de su partido.
Al respecto, recalcó en diversas entrevistas durante su campaña que logró «romper el molde» familiar izquierdista, algo de lo que se sentía «orgullosa».
La BBC relató, en un reportaje acerca de Truss, que de hecho, a la edad de siete años, como presagio temprano de lo que iba a depararle, interpretó el papel de Margaret Thatcher en una simulación de las elecciones generales de Reino Unido en su escuela.
Perdió aquella votación, pero el «entusiasmo» e interés por la política no la abandonó.
Estudió Filosofía, Política y Economía en la Universidad de Oxford y participó de forma activa en un grupo liberal-demócrata, cuya principal petición era la abolición de la Monarquía.
Después de graduarse, se pasó de forma definitiva al partido Conservador y se volcó por completo a la carrera política, carrera que fue a veces «complicada».
En 2001, se presentó como candidata conservadora de Hemsworth, en Yorkshire, Inglaterra, pero perdió; luego, para 2005, sufrió otra derrota en Calder Valley.
Continuó intentando asumir un cargo político y en 2006 logró ser elegida como miembro del ayuntamiento de Greenwich, en el sureste de Londres. No obstante, se enfrentó a una batalla contra la asociación conservadora del distrito electoral que pedían retirarla, debido a que se daría a conocer una aventura amorosa que tuvo con el parlamentario conservador Mark Field. Tal esfuerzo fracasó y permaneció en el escaño, ganado con más de 13.000 votos.
Pero no fue sino hasta 2012 cuando ingresó de manera oficial al gobierno británico como secretaria de Educación. Desde ese año, formó entonces parte de los más altos niveles de la política británica como ministra de Medio Ambiente, Justicia, Comercio Exterior y de Relaciones Exteriores (puesto que conserva en la actualidad).
Heredera de Thatcher
Liz Truss ha seguido de cerca las doctrinas y planteamientos de la Dama de Hierro, Margaret Thatcher, aunque en un principio parecía ser una de sus principales detractores.
De hecho, algunos medios y comentaristas especializados han sugerido que Truss, con sus atuendos, trata de emular a Thatcher.
Entre otros momentos, uno destacable sucedió durante los primeros debates de las primarias conservadoras, cuando apareció luciendo una americana negra y una camisa blanca con un gran lazo al cuello, atuendo idéntico al que la Dama de Hierro lució en una intervención televisada durante la campaña que la llevó al poder en 1979.
Truss no ha negado seguir el ejemplo político de la Dama de Hierro, pero sí ha descartado sus supuestos intentos por parecerse a ella; en una entrevista GB News mencionó que «es bastante frustrante que las mujeres políticas (británicas) siempre son comparadas con Margaret Thatcher».
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