Sídney (Australia).- Las lluvias torrenciales que caen este jueves en tres estados del sureste de Australia, aunadas a los fuertes vientos, han inundado varias carreteras, derribado árboles y dejado a miles de viviendas sin electricidad.

El poderoso temporal afecta a los estados de Victoria, Nueva Gales del Sur y Tasmania, en donde las autoridades han emitido alertas ante el peligro de los desbordes de los ríos y lagos y han ordenado evacuaciones localizadas ante los pronósticos de un recrudecimiento de las condiciones meteorológicas en las próximas 24 horas.

En Victoria, unas 9.000 personas están sin electricidad desde ayer después de que los vientos alcanzaran los cien kilómetros por hora en la zona alpina de esta región, lo que causó daños a las infraestructuras energéticas y provocó el derribo de árboles en las carreteras y propiedades, según la cadena pública australiana ABC.

Asimismo, varias localidades del interior están aisladas debido a las inundaciones de sus autopistas, mientras que en otras, como la ciudad de Bendigo, los pobladores trabajan a contrarreloj para colocar bolsas de arena para evitar que los desbordes de los ríos destruyan sus propiedades.

«Esto es muy grave, acabará siendo una de las inundaciones más importantes que hemos tenido en bastante tiempo, por eso nuestros servicios de emergencia se han preparado tanto», alertó por la mañana el jefe del gobierno de Victoria, Daniel Andrews, en una rueda de prensa en Melbourne.

«Está lloviendo a cántaros», dijo por su parte el director ejecutivo del Grand Prix Australia a la emisora 3AW, al describir las condiciones en la Isla Phillip de Victoria, en donde se celebrarán las competiciones de MotoGP entre el 14 y el 16 de octubre.

Por otro lado, en el interior de Nueva Gales del Sur, las autoridades informaron de que ordenaron la evacuación de cientos de personas en la localidad de Forbes, a unos 350 kilómetros al oeste de Sídney, mientras que en Wagga Wagga, cerca de la frontera con Victoria, el río Murrumbidgee alcanzó su máximo nivel.

Más al sur, en la isla de Tasmania, las autoridades han pedido a los residentes permanecer en sus viviendas debido al peligro de transitar por las carreteras en medio de la fuerte tormenta, que ha anegado sus vías en muchas zonas.

«Es un riesgo para los servicios de emergencia llegar a las personas que necesitan ayuda. Hemos recibido el apoyo de la Policía, los Servicios de Bomberos, el Servicio Estatal de Emergencia y los Salvavidas para realizar rescates acuáticos, así como el helicóptero de rescate», dijo el comisionado asistente de ese estado, Jonathan Higgins.

La costa este de Australia, que sufre el impacto por tercer año consecutivo del fenómeno de La Niña, que provoca condiciones más lluviosas que lo habitual en esta parte del planeta, fue escenario de dos fuertes inundaciones desde enero que causaron la muerte de una veintena de personas y millonarios daños materiales.

 

EFE

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