Casi nadie se imaginaba en Los Ángeles que los Lakers de LeBron James, que empezaron el año con un ridículo 2-10, estarían a finales de abril vivos, con el viento a favor y esperando rival en las semifinales del Oeste, que saldrá de la serie entre los Sacramento Kings y los Golden State Warriors (3-3).
La muy meritoria resurrección de estos Lakers se dio gracias a varios ingredientes.
Así, la salida del polémico Russell Westbrook, los fichajes de piezas clave (D’Angelo Russell, Rui Hachimura, Jarred Vanderbilt…) y el paso adelante de Austin Reaves fueron fundamentales para dotar de apoyo a un LeBron y a un Anthony Davis por fin recuperados de sus problemas físicos.
Con un 18-8 desde el cierre del mercado de fichajes y ‘play-in’ mediante, a los Lakers (séptimos del Oeste) les tocó en la primera ronda los Grizzlies de Ja Morant (segundos).
Pero los de púrpura y oro silenciaron el descaro, la rabia y la juventud de Memphis a lo largo de toda la serie y especialmente este viernes con una noche mágica en la que fueron una apisonadora de principio a fin.
D’Angelo Russell (31 puntos con un apabullante 12 de 17 en tiros y 5 e 9 en triples), Davis (16 puntos, 14 rebotes y 5 tapones) y LeBron (22 puntos con 9 de 13 en intentos a canasta) lideraron este viernes a unos Lakers que ya ganaban de 36 puntos en el tercer cuarto.
Los locales deslumbraron con un 53,8 % en tiros y su impresionante defensa quebró la ofensiva visitante (30,2 %).
Casi nadie se salvó en estos decepcionantes y sobrepasados Grizzlies: Morant se estrelló con 10 puntos (3 de 16 en tiros), Desmond Bane solo metió 15 tantos (5 de 16), Jaren Jackson Jr. se quedó en 14 (3 de 12) y el controvertido Dillon Brooks tan solo aportó 10 (4 de 11).
El español Santi Aldama fue de lo poco digno de Memphis y terminó como máximo anotador de su conjunto con 16 puntos y 5 rebotes.
A esta velada con mayúsculas en la meca de Hollywood acudieron famosos como Adele pero sobre todo destacaron dos espectadores: Jack Nicholson, eterno fan de los Lakers y que no iba al estadio desde hace octubre de 2021; y un Kyrie Irving que animó aún más los rumores sobre una hipotética llegada a esta franquicia.
EXHIBICIÓN ANGELINA
Morant y Brooks encendieron el motor de unos Grizzlies que mordieron en el arranque del partido (5-9) pero que muy pronto se quedaron en gasolina.
Con un férreo despliegue defensivo y la energía claramente de su lado, los Lakers cerraron los últimos nueve minutos del primer cuarto con un fantástico parcial de 26-11 (31-20 en el marcador).
Un muy efectivo Russell (10 puntos con 5 de 8 en tiros) comandó la arremetida de unos Lakers con LeBron y Davis muy activos (13 puntos entre los dos), que consiguieron un 56,5 % en tiros en el primer cuarto y que pulverizaron la ofensiva de Memphis hasta dejarla en un triste 29,2 % de efectividad.
El vendaval local no paró en el segundo cuarto.
Hachimura y Wenyen Gabriel se sumaron desde el banquillo, la defensa no dejó ni un resquicio y LeBron consiguió un dos más uno que colocó a su equipo al borde del +20 (46-27 con 5.50 para el descanso)
No tardarían los Lakers en superar esa barrera frente a unos Grizzlies a los que les temblaban las piernas.
Con un mustio 32,7 % de cara al aro terminaron los visitantes una espantosa primera mitad (59-42) en la que su máximo anotador fue Brooks con 10 puntos y en la que flaquearon todos sus referentes, de Morant (7 puntos con 2 de 8 en tiros) a Bane (7 puntos con 3 de 9) pasando por Jackson Jr. (3 puntos con 1 de 8 además de 3 faltas).
Por cada cara larga en los Grizzlies había una sonrisa de oreja a oreja en unos Lakers a los que todo les salió de maravilla.
Davis fue un titán en el interior (11 puntos y 10 rebotes) y LeBron, tras su mal quinto partido, se exhibió con 16 puntos al descanso incluido un espléndido mate de espaldas.
Dos triples seguidos de Russell y uno más de Vanderbilt desactivaron cualquier explosivo que los Grizzlies hubieran ideado en el vestuario para incendiar el encuentro (68-45 con 10.21 en el reloj).
La defensa local siguió siendo un dique impenetrable y Aldama lo sufrió en primera persona con un gran tapón de Davis.
El pívot se vino arriba y la grada respondió con gritos de «¡AD, AD!».
Para entonces, el Crypto.com Arena era una fiesta descomunal y todos querían invitar a una ronda: Russell se salió con 4 triples solo en ese cuarto, Davis hacía lo que quería en la pintura, LeBron no soltaba la batuta, Reaves dejaba destellos aquí y allá.
Frente a semejante recital, los Grizzlies eran un equipo sin orgullo ni alma que se hundió del todo con un 45-21 en el tercer cuarto y que encaró el último periodo con un inabordable 100-67.
Con los reservas ya en la cancha en el último cuarto, los Lakers clausuraron con fuegos artificiales su primera clasificación para las semifinales del Oeste desde 2020 en la ‘burbuja’ y la primera ante su público desde 2012.
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