En un nuevo estudio publicado en la revista científica One Earth, un equipo de investigación internacional, del que forma parte la Universidad de Lund, ha investigado la intrincada interacción entre el número de herbívoros voraces y la diversidad de árboles en las áreas protegidas del mundo.

Mantener ecosistemas resilientes y ricos en especies es clave para preservar la biodiversidad y mitigar el cambio climático. Aquí juega un papel importante la megafauna, la parte de la población animal de una zona compuesta por los animales más grandes.

«Nuestros hallazgos revelan una historia fascinante y compleja de cómo los grandes animales herbívoros dan forma a los paisajes naturales del mundo. La cubierta arbórea en estas áreas es más escasa, pero la diversidad de la cubierta arbórea es mucho mayor que en áreas sin grandes herbívoros», dice Lanhui Wang, investigador en geografía física y ciencias de ecosistemas en la Universidad de Lund.

  “En nuestro análisis global, encontramos una asociación sustancial entre la biomasa de grandes herbívoros y la variada cubierta arbórea en áreas protegidas, en particular para los exploradores y los animales de alimentación mixta como elefantes, bisontes y alces, y en climas no extremos”, explica el autor principal del estudio, Jens-Christian Svenning, profesor de la Universidad de Aarhus.

Necesitamos animales gigantes

Según Lanhui Wang, estos nuevos hallazgos de la investigación resaltan la necesidad de integrar grandes herbívoros en las estrategias de restauración y conservación. No sólo por el bien de los propios animales, sino también por el papel vital que desempeñan en la configuración de los paisajes y la influencia en la biodiversidad. Los investigadores sostienen que este aspecto no se considera suficientemente en el marco de la gestión sostenible de la tierra y la restauración de los ecosistemas.

 “En un momento en que las iniciativas globales se centran intensamente en combatir el cambio climático y la pérdida de biodiversidad, nuestros hallazgos resaltan la necesidad de una discusión más amplia y matizada sobre la gestión de los ecosistemas y las medidas de conservación. Es de suma importancia integrar en esto la comprensión del impacto ecológico de la megafauna”, afirma Lanhui Wang.

   La ONU ha declarado la década de 2020 como la década de la restauración de los ecosistemas. En total, 115 países han acordado restaurar hasta 100.000 kilómetros cuadrados de naturaleza en total. Para lograrlo, se necesitan más herbívoros grandes que vivan en estado salvaje en todo el mundo, afirma Lanhui Wang.

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