Ciudad Guayana.- El sociólogo y profesor de la Universidad Católica Andrés Bello, Luis Hernández Cumana, asegura que la solución a la crisis sociopolítica del país pasa por el voto popular y considera que la decisión del G4 de participar en los comicios del 21 de noviembre es favorable, pues a su juicio, generará una mayor participación.

En entrevista exclusiva con Soy Nueva Prensa Cumana analiza el panorama electoral que se avecina y comenta los puntos a favor y en contra, tanto de la Mesa de la Unidad Democrática, como del Partido Socialista Unido de Venezuela. 

¿Cuál es el panorama frente a los comicios electorales de noviembre?

El panorama electoral que se avecina para el 21 de noviembre viene variando incesantemente. Inicialmente, se pensaba que solo iban a participar el Psuv y el grupo de partidos que habían tenido participación en las elecciones del 6 de diciembre del 2020, sin embargo, con la decisión del G4 de participar, evidentemente cambia el panorama sociopolítico del país.

El gobierno tiene ventajas y debilidades, pero también la oposición las tiene. Cuando yo analizo el tema del gobierno, la debilidad más fuerte que tiene es su gestión: ¿qué ha hecho durante este largo periodo?  Esto tiene que ver con las carencias que sufre la población: el tema del gas, la electricidad, las avenidas abandonadas e incluso la misma situación de las empresas básicas.

De igual manera, el Psuv tiene una gran fortaleza: su capacidad de organización y de movilización que a la hora de generar resultados electorales le puede ser muy útil. Aquí siempre se ha dicho: “quien gana es el que más moviliza”.

En el caso de la oposición, a mi juicio, tienen una gran fortaleza: el mal gobierno que ha hecho el Psuv con el deterioro de la situación de la población, pero tiene una gran debilidad: la fragmentación, la falta de claridad en los objetivos que se plantean. Una oposición dividida difícilmente va a poder obtener resultados satisfactorios.

Ese descontento que algunas encuestas ubican en un 70-80%, no significa necesariamente que la población vaya a votar por la oposición. El descontento puede ser también abstención.

¿Existen las condiciones necesarias en el CNE para unas elecciones justas?

El CNE está conformado hoy por 3 personas que se pueden considerar adeptas al partido de gobierno y 2 personas   identificadas con la oposición, que es el caso de Enrique Márquez y Roberto Picón, quienes son contrarios al gobierno y vienen planteando que el CNE   está adecuado a la realización de elecciones justas.

Yo creo que el registro electoral permanente, al cual se le han hecho revisiones, y las auditorias que se le hacen   a las maquinas electorales, dan fe de que es posible desarrollar unas elecciones con transparencia, sobre todo en las zonas donde funcionan las máquinas de votación. Algún tipo de elemento que distorsione la realidad se puede dar solo en las zonas donde no existen las máquinas electorales, visto que estas son auditadas.

Hace poco fueron las precandidaturas del Psuv.  En el estado Bolívar, así como en otra serie de estados, no se eligió al candidato con más votos. ¿Puede esto generar desconfianza en aquellos afectos al partido?

Los partidos tienen sus normas. Ese es el tema de la militancia: tú te sometes a una disciplina pudiendo o no estar de acuerdo.  En el caso del Psuv, esto le puede generar una fricción interna: militantes de este partido puede tender a la abstención precisamente por esa decisión tomada por los líderes del partido, pero es algo interno.

A diferencia de los partidos de la oposición, el Psuv tiene una maquinaria bien definida que tiene capacidad de movilización y de hacer que la gente pueda acatar la disciplina partidista.  Esto no pasa en la oposición, donde existe gran fragmentación.

¿Cómo cree que serán los niveles de participación en los comicios?

El problema está en que si tú le vienes repitiendo a la gente que no existen las condiciones para elecciones justas y después anuncias que participarás… Esto tiene consecuencias sociales, sin embargo, con la decisión del G4 y la Plataforma Unitaria de participar en los comicios, generará mayor participación y mayores porcentajes de votación popular.  

Tomando en cuenta lo dicho anteriormente, ¿debería la población venezolana votar en las elecciones de noviembre?

Yo creo que la solución de nuestros problemas pasa por el voto popular. Pensar en un atajo distinto que nos pueda llevar a una guerra interna y después nuevamente sentarnos a conversar no es la solución. La salida de nuestra crisis es la vía de las elecciones, porque es un acto democrático y constitucional. No se puede renunciar al derecho al voto.  Si no hay una salida de este tipo, ¿qué otra solución existe?

Julián Silva Paparella

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