El belga Romelu Lukakau, con un doblete en la segunda mitad, y el argentino Lautaro Martínez, con un tanto, recondujeron este domingo al Inter de nuevo a la senda de la victoria al vencer al Empoli (0-3) en la Serie A italiana en la que el conjunto ‘nerazzurro’, pese al éxito europeo, no ganaba desde el pasado 5 de marzo.
La euforia que supuso la clasificación a las semifinales de la ‘Champions’ terminó hace ya unos días. Y es que el Inter, que llegó sexto al choque ante el Empoli, fuera del top-4, no tenía margen de error en esta jornada si no quería quedarse fuera incluso de los puestos europeos.
Pero Lukaku se encargó de espantar cualquier atisbo de sorpresa en un segundo tiempo radicalmente diferente al primero, en un partido en el que Inzaghi, pese a la complicada situación, apostó por un once plagado de suplentes. Onana, Bastoni, Dimarco, Darmian, Dumfries, Barella y Lautaro fueron suplentes.
Era el momento perfecto para reivindicarse y exigir más minutos en este tramo final de temporada para un Lukaku que aceptó el envite y salió victorioso.
No pudo imponer su físico ni su olfato goleador en una primera mitad sin ritmo, cómoda para el Empoli en defensa, en la que el Inter no consiguió apenas generar peligro más allá de acciones individuales de Correa o el propio Lukaku.
Igualdad en la mitad
La igualdad que reinó en la primera mitad pareció desestabilizarse nada más comenzar el segundo con el combinado interista siendo más incisivo, como si se hubiera dado cuenta en el descaso de la necesidad de sumar puntos con urgencia para no arruinar la próxima temporada.
Y en esas no tardó en aparecer Lukaku para materializar la ligera superioridad con un tanto marca de la casa del ariete en el minuto 48. Recibió el internacional belga en la frontal del área y sin pensarlo, sin levantar ni siquiera la cabeza, fusiló con su pierna derecha y ajustó a la cepa del poste para abrir el marcador.
Celebró con rabia un Lukaku que pide paso en los partido importantes, en los que hasta ahora ha sido suplente. Pero no se quedó ahí su reivindicación. Poco después de que De Vrij se topara con el larguero con un testarazo, llegó la sentencia de un Inter que pese a dominar, no era capaz de cerrar el partido.
Un Lukaku empoderado
Lukaku exhibió otra de sus virtudes: el poderío físico. Recibió por el perfil zurdo del área y el defensa le retó a encarar mientras retrocedía. Lukaku recogió el guante, le hizo una bicicleta y con velocidad y potencia se hizo un hueco dejando atrás al zaguero para fusilar, esta vez con su pierna buena, y cerrar el partido.
Una fiesta a la que se sumó Lautaro en el minuto 88 para redondear el partido. El argentino hizo buena la asistencia de un Lukaku que participó en los tres goles y definió con su zurda para batir a Perisan.
El Inter toma aire en la Serie A y se recupera de una racha de cinco jornadas seguidas sin conocer la victoria. De nuevo quinto, aunque con la posibilidad de volver a ser sexto en caso de que el Milán gane, el objetivo de este Inter es terminar la temporada entre los cuatro primeros. Lautaro y Lukaku han dado el primer paso para lograrlo.
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