Lima, Perú. Las víctimas mortales causadas por las lluvias, aludes e inundaciones que afectan al sur de Perú subieron a siete, tras la muerte en las últimas horas de tres personas en una localidad cercana a las famosas ruinas de Machu Picchu, en la región Cusco, informaron este martes fuentes oficiales.

La emergencia golpeó primero en la provincia de Tacna, fronteriza con Chile, donde un alud dejó el viernes pasado cuatro fallecidos, y este lunes se produjo una gran inundación en la localidad cusqueña de Santa Teresa, tras el desborde del lago Salkantay, que dejó 3 muertos, 20 desaparecidos y unas 300 familias damnificadas.

INUNDACIÓN CERCA DE MACHU PICCHU

El ministro de Comercio Exterior y Turismo, Édgar Vásquez, llegó este martes hasta el Cusco y declaró que las autoridades dan prioridad al traslado de heridos y el envío de ayuda humanitaria con helicópteros de las Fuerzas Armadas.

Vásquez se reunió con representantes del Comité de Emergencia Regional (COER) para organizar la ayuda de emergencia, que también incluye el envío por tierra de efectivos del Ejército hacia pequeñas localidades que aún permanecen incomunicadas.

«Estamos trabajando en los tres niveles de Gobierno con el único objetivo de apoyar a la población afectada», remarcó Vásquez.

EL PRESIDENTE VIAJA A TACNA

Por su parte, el presidente Martín Vizcarra llegó hasta la ciudad de Tacna para supervisar la atención a las personas que resultaron damnificadas en esa región y que permanecen en diversos albergues.

Vizcarra dijo que, en medio de los trabajos de evaluación del desastre, los damnificados ya han recibido ayuda de urgencia y se prepara la instalación de módulos de vivienda.

«Estamos aquí como Gobierno para trabajar y atender la problemática, sus efectos y encontrar soluciones definitivas», declaró el gobernante, que estuvo acompañado por varios de sus ministros y el gobernador regional de Tacna, Juan Tonconi.

Anunció, además, que las autoridades harán estudios para reubicar las viviendas que se encuentran en el cauce de las quebradas que son amenazadas por los deslizamientos.

LAS PRIMERAS VÍCTIMAS

El viernes pasado cuatro personas murieron y más de veinte resultaron heridas en Tacna por las inundaciones y aludes causados por las lluvias que caen en esa localidad.

Las fuertes precipitaciones activaron la llamada «Quebrada del diablo», que había permanecido seca durante mas de tres décadas, y produjeron la caída de «huaicos», como se conoce en Perú a los aludes, que afectaron a los ciudadanos, destruyeron viviendas y vías en el distrito de Tacna.

De inmediato, el Gobierno activó las acciones de atención y coordinación mediante diversos ministerios, entre ellos Defensa, Salud, Transportes, Vivienda y Comercio, que incluyen la intervención de brigadas del Ejército y el envío de ayuda humanitaria para atender a los afectados.

EFE

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