Ciudad Guayana.- Rubén González, secretario general de Sintraferrominera y uno de los líderes sindicales más influyentes de Ciudad Guayana, fue excluido de las reuniones tripartitas con mediación de la OIT, en Caracas, sin una explicación clara.
González tenía acreditación aprobada, hizo acto de presencia en la ciudad capital, y aun así quedó por fuera. El dirigente sindical responsabiliza al Ministerio de Trabajo de «manipular» dicha decisión.
«Fue una manipulación completa desde el ministerio del trabajo, en conjunto a centrales que fueron a lavarle la cara al régimen. Además, la OIT no puso una posición con fortaleza y claridad donde tenía que decir ‘tienen que dejar entrar a esos compañeros porque son dirigentes sindicales’. El ministro del trabajo manipuló todo el mecanismo para no dejarnos entrar, ni a José Patines ni a mí», denunció Rubén González.
González fue encarcelado en 2009 por liderar una protesta en Ferrominera. En 2011 también estuvo tras las rejas, acusado por «instigación a delinquir». El derecho a la libertad sindical de Rubén permaneció en la misma línea de la violación, cuando en 2018 una comisión de la Guardia Nacional Bolivariana intentó detenerlo mientras participaba en una asamblea de trabajadores en el portón de Ferrominera. En 2018 fue arrestado, nuevamente, por ejercer su derecho a la protesta en contra del acta 2792, que eliminaba los contratos colectivos de los trabajadores.
Ahora, en 2022 y en presencia de la Organización Internacional del Trabajo, El Gobierno decidió mantener su tratamiento con el sindicalista de Ferrominera, excluyéndolo de las reuniones. «Ellos no quieren que se sepa la verdad. Nosotros lo único que queremos es que se les cumpla a todos los trabajadores lo que está establecido en la convención colectiva, en la Ley Orgánica del Trabajo y en la Constitución. Pero lamentablemente todos sabemos que a este régimen no le importa nada, no le interesa cumplir las reglas», aseveró.
Diálogos sin resultados
Después de los informes entregados desde la Comisión de Encuestas de la Organización Internacional del Trabajo en 2019 y que acusan a Venezuela, entre otras cosas, de violentar las libertades sindicales; se reunieron Gobierno, patronal y sindicatos en un diálogo tripartito con la finalidad de encontrar avances en la aplicación de los convenios 26 (fijación de salarios mínimos), 87 (libertad sindical y protección del derecho de asociación) y 144 (diálogo tripartito).
El objetivo principal de estas conversaciones era el de encontrar avances en los convenios 26, 87 y 144; sin embargo, los contratos colectivos aún están en el imaginario de los trabajadores, los sueldos están en 40 dólares aproximadamente y la Constitución reza en su artículo 91 que todos los trabajadores están en su derecho de recibir un sueldo que cubra sus necesidades básicas. Hoy en Venezuela cubrir las necesidades básicas sobrepasa los 450 dólares, según el Observatorio Venezolano de Finanzas.
Asimismo, Rubén González explicó que los resultados de estas reuniones aún no se han visto. «Tenemos al compañero Hurtado todavía en casa por cárcel, tenemos en Venalum cinco compañeros presentándose, tenemos en Sidor tres compañeros presentándose. Estos son ejemplos. Ellos dicen que se han logrado avances en este diálogo. Eso incomoda y molesta», esgrimió.
Por otra parte, a quien sí le permitieron estar presente en las cuatro reuniones fue a Alejandro Álvarez, secretario general del sindicato Sidernac, el cual aseguró no tener expectativas positivas. También aseveró que él no firmó el documento final, el cual alegaba que «se habían logrado avances».
“La ÚNETE y la central CODESA no firmamos el documento final, porque decía que nosotros reconocíamos el avance en el cumplimiento de los convenios 26, 87 y 144. Eso no es así. Cómo yo le doy la cara a los trabajadores que están luchando si firmo eso», aseguró.
Sobre esto Rubén González acusó a las centrales que firmaron el documento final, de actuar en detrimento de la libertad sindical. «La Confederación de Trabajadores de Venezuela, Alianza Sindical Independiente de Venezuela, la Central Bolivariana firmaron ese documento. Todos están en un complot», sentenció.
– ¿Cree que la reunión entre Guaidó y los trabajadores pueda traer resultados concretos? ¿Tiene fe en que algo va cambiar?
– La fe que tengo es sobre la reconstrucción, es decir, la fortaleza que podamos lograr todos juntos para que realmente podamos, a lo largo y ancho de Venezuela, lograr un objetivo de unión para poder enfrentar este régimen.
-Todo lo que hagamos que vaya en pro del bienestar de los venezolanos y que realmente consigamos a alguien que tiene en su corazón tenga esa fortaleza para representar nuestra lucha, entonces es aliado de nosotros. Lo que necesitamos es salir de este régimen delincuencial.
-Después de tantos encarcelamientos que padeció gracias a su lucha sindical ¿El Gobierno ha logrado intimidarlo?
-Yo no tengo miedo. Y no tengo miedo no porque yo sea más guapo que nadie, solo que no concibo cómo la injusticia puede pasar por sobre justicia o cómo la justicia se le puede arrodillar a la justicia. Yo soy cristiano-evangélico y les puedo decir, que la justicia de Dios prevalece sobre toda injusticia del hombre. Lo más importante de esto es que estoy convencido que el camino que estoy transitando es el camino correcto.
-El camino que estoy transitando es uno lleno de sacrificios, pero también de victorias para el pueblo y para todos los trabajadores venezolanos.
Brayan Silva
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