Marta Guzmán responde el teléfono en uno de los días buenos, está animada y lista para compartir con los lectores lo que ha aprendido luego de recibir el diagnóstico de cáncer de mama, de la ginecóloga oncóloga Andrea Barbero. La conductora asegura que la enseñanza ha sido mucha.

En su carrera periodística, una parte al lado de la doctora Diane Pérez, Marta hizo un sinfín de entrevistas con oncólogos, pero ahora que tiene la perspectiva de paciente descubrió que alrededor del cáncer, como el que ella padeció, hay mitos, prejuicios y desinformación.

Guzmán nos dice que ya no tiene cáncer de mama; luego de que el ginecólogo que «recibió a sus hijos», Eduardo Ibarrola, la canalizó con Barbero e hicieron, tras varios días (que se le hicieron eternos a la comunicóloga), una biopsia y resultó cancerígena, pero atacaron a tiempo la enfermedad.

Marta, tras recibir la patología, estaba dispuesta a que se le extirpara el seno, pero el cáncer que padeció no lo requirió. Guzmán logró superar el padecimiento tras someterse a una cirugía el 13 de diciembre, en la que le retiraron el tumor cancerígeno, así como el ganglio centinela y otro más, que permitió saber que no se expandió.

«Esas palabras te caen como balde de agua fría, es fuerte… era cáncer, fue la primer vez que lo escuché y me dijo (Andrea) que estaba en muy buen tiempo. Mi caso no suponía un riesgo de vida, pero seguía pensando porque es muy psicológico, muy emocional”, recuerda Marta del día en que recibió el resultado.

En ese momento estaba acompañada de su pareja que por un momento no comprendió bien lo que sucedía, lo mismo pasó con su mamá y sus hijos, uno de ellos incluso le pregunto: «Mamá, ¿me tengo que preocupar?». Hoy ya sin la enfermedad, Guzmán reafirma lo que le contestó a su entorno cercano, que se debe «ocupar».

Esa labor de Marta es evitar que ese cáncer de mama regrese, y aquí nos comparte su enseñanza; la quimioterapia y radioterapia que tomará es para que su cuerpo siga en su proceso de «depuración», ahora que ya está curado, por lo que el seguimiento médico será para que no exista una recaída.

«Lo recibí como es, fui la fuerte y dije: ‘¿Qué tengo que hacer?’. Me podía operar y fue ambulatoria, salí el mismo día. Ahí me di cuenta de que siempre tenía ganas de llorar y (la doctora) me dijo que es normal por nervios, por no saber qué está pasando (…) Los bordes del tumor fueron negativos, los ganglios igual y la otra bolita no era cáncer.

«Cada persona y cada tumor es distinto», expresa Guzmán de lo aprendido. Una vez que se realizó la operación, el tumor se envió a California, Estados Unidos, a la prueba conocida como Oncotype DX, con la que se sabe de qué esta compuesto, para saber qué tratamientos han funcionado y cuales no”, abundó Marta.

Después de un mes, la conductora descubrió con la prueba que no se practica en México y por eso fue realizada en EE.UU. que a pesar de que ya no está enferma, la lucha que tiene que librar es para evitar que algún tumor regrese y sea más agresivo, por lo que ahora se puso en las manos de la oncóloga Gabriela Ragalado.

«El tumor que me quitaron tiene receptores hormonales, pero también otros que son tratados con quimios, tendré un tratamiento corto, son sólo cuatro, con intervalos de 21 días; pero es un tratamiento fuerte», comunicó Guzmán, quien al tener la posibilidad de que el cáncer jamás regrese, se tiene que aplicar los medicamentos.

Ayer recibió su primera quimio y está consciente de que las primeras reacciones podrán suceder en los próximos días, pero como una guerrera está lista para el embate: «Terminaré a principios de abril y después tengo que esperar y empezar con radiación, solamente en el área donde estuvo el tumor, tratan de que todo quede estéril».

Las radiaciones, que el mayor efecto que podrían tener es que la zona se vea como si hubiera tenido una exposición prolongada al sol, las recibirá de manera seguidas durante cinco semanas. Valiente para hacer lo que sea necesario, Marta no ocultó que sus médicos le informaron que podría perder el pelo, tener fiebre y nauseas por la quimio.

El paso final, nos revela, será tomar una pastilla hormonal durante los próximos cinco años, «después de todo eso me podrán decir que no regresó y me tendré que estar checando cada seis meses». Ahora espera que su cuerpo «aguante» recibir el tratamiento a través de la vena, lo que evitaría que le pongan un catéter.

 Lo más importante es que me dijo mi doctora que ya no tengo cáncer y que esto es para que no regrese. Mucha gente no sabe que se tiene que tratar así para que no haya una recaída, y voy a hacer todo lo posible para lograrlo; me voy a checar con más detalle porque gracias a eso, te está hablando una persona que no quiere volver a tener cáncer». Marta Guzmán, conductora

La comunicóloga aceptó que su motores de vida son, hace poco más de 15 años, sus hijos, «son mi prioridad», pero en este momento le toca voltear a verse a ella, ocuparse en que no regrese el padecimiento y dejándole en claro a su circulo más intimo que estará fuerte, pero cree que es justo también algunos días estar enojada o llorar.

«Quiero que sepan las etapas por las que voy a pasar, las emociones están a flor de piel. Estoy en este camino y de algo me tiene que servir a mí, es una lección de vida y si a una persona le sirve mi historia, ya la hicimos. No he tenido síntomas por el cáncer de mama, ahora, en algún momento tendré síntomas por el tratamiento para que no regrese.

«Sabes qué, lo recibo, con todo porque antes la gente no tenía la opción. Te lo quitaban y ya no te daban nada y regresaba más agresivo, que sepa la gente que hay que documentarnos de los avances. ¡Ya no es una sentencia de muerte!, y detectarlo a tiempo es la diferencia», agregó Guzmán.

La voz de Edith González

Marta coincidió, hace unos años con Edith González en un evento de cáncer de mama y no dudó en preguntarle qué enseñanza le había dejado padecer la enfermedad y hoy, más que nunca, pone en práctica lo que le respondió la actriz, que trascendió el 13 de junio de 2019.

«Coincidimos en un evento de cáncer de mama, lo conduje, me acerqué a platicar con ella y le pregunté qué experiencia le dejó el cáncer y me contestó: ‘Si siempre he dicho lo que pienso, ahora lo digo sin culpa, nunca digo algo para quedar bien, siempre digo lo que pienso, eso me dejó el cáncer, no me callo nada’.

«Y sí, el cáncer te da un golpe macizo, es una cosa que no puedo explicar lo que se siente, pero al mismo tiempo dices: ‘Hay que vivir la vida rodeada de gente que realmente te aporte, te nutra y eso es lo que me ha pasado’. He hecho una depuración en mi cuerpo eliminando el cáncer y me rodeo de gente con buena energía», abunda Guzmán.

Al inicio de la lucha por mantenerse sana, Marta comparte la enseñanza que le dio su doctora: «No tienes la culpa de lo que te está pasando, no son karmas, hay muchos mitos alrededor. No es mi culpa porque un factor de riesgo se llama ser mujer, entonces cómo lo evitas. Antes de mi diagnóstico hice una depuración y estoy donde quiero estar».

Agencia

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