Más de 40 organizaciones sociales colombianas de los departamentos de Meta, Caquetá y Guaviare mostraron su «preocupación» por la suspensión del cese el fuego entre el Gobierno colombiano y el Estado Mayor Central (EMC), principal disidencia de las FARC, y alertaron que la decisión llevará «más violencia» al territorio.
El Gobierno colombiano informó este lunes que suspendió en cuatro departamentos el cese el fuego bilateral con el EMC luego del asesinato el pasado fin de semana de cuatro indígenas menores de edad que intentaron escapar tras ser reclutados a la fuerza por el Frente Carolina Ramírez, perteneciente a este grupo.
Las organizaciones, que conforman la Coordinadora del Sur Oriente Colombiano para los Procesos Agrarios, Ambientales y Sociales (Coscopaas), rechazaron «cualquier tipo de violencia» pero alertaron que «las acciones violentas no pueden ser respuestas con decisiones que traigan más violencia».
«Nos preocupa el recrudecimiento de la guerra porque los mayores afectados somos las comunidades rurales desarmadas quienes históricamente hemos sufrido la crueldad y la sistemática violación de derechos humanos y el derecho internacional humanitario en nuestro territorio», indicaron en un comunicado.
Coscopaas fue la organizadora del macroevento que esta disidencia de las FARC celebró el pasado mes de abril en la sabana del Yarí, en el departamento del Caquetá, donde anunciaron su voluntad de paz y aseguraron que ya había fecha fijada para el inicio de las conversaciones con el Gobierno.
Inicialmente estaba previsto, tal y como anunció la disidencia, que las negociaciones de paz arrancarán el 16 de mayo, una fecha que nunca fue confirmada por el Gobierno y que finalmente se aplazó sin nueva estimación de fecha.
Entre los reclamos que la organización hizo tras la suspensión del cese el fuego este lunes está el reproche por una «falta de voluntad política y compromiso del estado para instalar el mecanismo de monitoreo y verificación del cese el fuego» y criticaron que «no se puede acordar un cese el fuego sin antes instalar un mecanismo de monitoreo y verificación».
También lamentaron la «dilatación en la instalación de la mesa de diálogos y plena participación de las organizaciones sociales en la misma».
Por último, hicieron un llamado «urgente» al Gobierno y al EMC para «buscar el diálogo pacífico coherente y objetivo y retomar el cese el fuego nacional e instalar urgentemente el mecanismo de monitoreo y verificación como prenda de garantía para un diálogo serio y responsable».
El Gobierno informó ayer en un comunicado que «el cese bilateral que había actualmente con este grupo armado en los departamentos del Meta, Caquetá, Guaviare y Putumayo se suspende y se reactivan todas las operaciones ofensivas», medida que se hará efectiva este miércoles.
A esa decisión el EMC, al mando de Néstor Gregorio Vera Fernández, alias «Iván Mordisco», respondió al Gobierno que «el rompimiento unilateral desatará la guerra y se multiplicarán los muertos, heridos y prisioneros, contrario a una política de paz total».
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