Con Trae Young una vez más como verdugo de Nueva York, los Atlanta Hawks, expertos esta temporada en dar campanadas, eliminaron este miércoles a los Knicks en los cuartos de la NBA Cup por 100-108 y se enfrentarán en las semifinales de Las Vegas a los Milwaukee Bucks.
Tras ganar esta campaña en Cleveland a los Cavaliers y en Boston a los Celtics, estos asombrosos y ‘matagigantes’ Hawks (14-12) hicieron lo propio en la Gran Manzana dejando fuera de la copa a unos Knicks que habían ganado seis de sus últimos ocho encuentros (15-10).
Pero los Hawks, una de las sorpresas más agradables de lo que va de curso, encadenaron su séptimo triunfo en los últimos ocho partidos y se sacaron el billete para la ciudad del juego, donde retarán a los Bucks (13-11) de Giannis Antetokounmpo y Damian Lillard.
Desde que los Hawks derrotaron a los Knicks en el ‘playoff’ de 2021, Young es ‘persona non grata’ en el Madison Square Garden y esta noche volvió a destrozar las esperanzas de los neoyorquinos.
El base lideró a Atlanta con 22 puntos, 5 rebotes y 11 asistencias pero lo significativo de su actuación fue lo productiva que fue su segunda mitad con 12 puntos, 4 rebotes y 9 asistencias.
Young celebró el triunfo en los últimos segundos, en un guiño a Las Vegas, simulando que tiraba unos dados sobre el logo central de la cancha de los Knicks.
Un 46-61 en la segunda mitad, incluyendo un enorme 18-34 en el tercer cuarto, fue fundamental para que los Hawks se llevaran la victoria con una gran reacción tras el intermedio.
Jalen Johnson (21 puntos, 15 rebotes y 7 asistencias) y De’Andre Hunter (24 puntos desde el banquilllo) también destacaron en unos Hawks con una afilada defensa encabezada por Dyson Daniels.
En los Knicks, que fueron ganando de 12 puntos en el primer cuarto, el dominicano Karl-Anthony Towns fue el mejor con 19 puntos, 19 rebotes, 5 asistencias, 3 robos y 3 tapones antes de ser eliminado por faltas.
Josh Hart (21 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias) también puso de su parte en unos Knicks con todo su quinteto titular en dobles dígitos de anotación pero con Jalen Brunson con solo 14 puntos y 8 asistencias.
Ninguno de los dos equipos superó el 43 % en tiros de campo ni el 29 % en triples.
Rockets se rebelaron ante Warriors
Habían perdido sus últimos 15 encuentros contra los Warriors, pero los Houston Rockets se rebelaron este miércoles contra la maldición que tenían ante Golden State, les eliminaron en cuartos de la NBA Cup por 91-90 y se citaron con los Oklahoma City Thunder en Las Vegas.
Los Warriors ganaban por 84-90 a falta de 3.03 pero no metieron ni un punto más mientras que los Rockets, con un parcial de 7-0 en los últimos 76 segundos, se llevaron un desenlace muy emocionante, con polémica arbitral y en el que Jalen Green fue clave con dos tiros libres.
Los de Steve Kerr tuvieron el balón para ganar con 3.5 segundos, pero no encontraron a Stephen Curry y el triple de Brandin Podziemski a la desesperada fue taponado por Jabari Smith Jr.
La noche fue de reivindicación total para un conjunto texano que no derrotaba a Golden State desde febrero de 2020.
Los Rockets (17-8) fueron así el último equipo en sacarse el billete para las semifinales de la NBA Cup en la ciudad del juego. Por el Oeste, Houston y Oklahoma buscarán un puesto en la final, mientras que en el Este se medirán los Milwaukee Bucks y los Atlanta Hawks.
Las semifinales se jugarán el sábado y el martes se conocerá al sucesor de Los Angeles Lakers, que en 2023 conquistaron la primera edición de este torneo.
Quitando a los Bucks de Giannis Antetokounmpo y Damian Lillard, la NBA Cup tendrá a tres equipos muy jóvenes, en claro ascenso y con mucha hambre.
En ese retrato encajan perfectamente estos Rockets que con su colmillo, intensidad y energía finalmente acabaron con la condena que sufrían frente a Curry y compañía.
Alperen Sengun (26 puntos y 11 rebotes) fue el máximo anotador de unos Rockets que vencieron pese a la desacertada noche de Fred VanVleet (8 puntos con 3 de 13 en tiros de campo) y Jalen Green (12 puntos con 5 de 15).
En Golden State (14-10), que solo ha triunfado en dos de sus últimos nueve encuentros, Jonathan Kuminga (20 puntos y 7 rebotes) y Curry (19 puntos) encabezaron una ofensiva que se desangró con 22 pérdidas de balón que dieron pie a 30 puntos de Houston.
Fue una velada de poderosas defensas porque tampoco el ataque de los Rockets brilló (6 de 27 en triples y 17 pérdidas).
Defensas sobre ataques
La defensa de Houston maniató en la primera parte a los Warriors, que solo metieron 37 puntos (su anotación más baja al descanso en lo que va de temporada), que se quedaron en un penoso 4 de 22 en triples y que perdieron nada menos que 14 balones.
Sin embargo, en ataque los Rockets quedaron a deber con un ridículo 1 de 13 desde el perímetro y 10 pérdidas.
Con todo ello, Houston cerró la primera parte por delante por 44-37, pero permitió que Golden State rebajara al intermedio una ventaja que había llegado a ser de 14 puntos.
Sengun (14 puntos y 8 rebotes) comandó a los locales mientras que Curry y Kuminga (10 puntos cada uno) tiraron del carro visitante.
El descanso le sentó de maravilla al ataque de unos Warriors que salieron mordiendo del vestuario. Curry y Buddy Hield afinaron su puntería, las pérdidas de balón desaparecieron y dos tiros libres de Trayce Jackson-Davis completaron la remontada (59-60 con 3.54 por jugarse).
Hield acabó ese cuarto con 11 puntos y 3 triples mientras los Rockets se enredaban en errores, precipitación y dudas. ¿La mejor noticia para los locales? Llegar con sus opciones intactas al desenlace (68-69).
Por momentos parecía que la contundencia de los de Ime Udoka había desaparecido y que el encuentro se les escapaba de las manos, pero el último cuarto fue un duelo ardiente de dos conjuntos sacando las garras en defensa.
Daba la impresión de que los Warriors tenían el partido encarrilado con un +6 en los últimos tres minutos, pero un triple de VanVleet y una canasta de Sengun les dejaron al borde de la hazaña (89-90).
Con 27 segundos por delante, Curry se precipitó con un triple y dejó más de 10 segundos en el reloj. El balón dividido acabó en Green y los árbitros pitaron una polémica falta a Kuminga -muy criticada por Kerr- que le dio dos tiros libres a Houston.
Ya por delante con 91-90, los Rockets frenaron la última posesión de los Warriors y certificaron su viaje a Las Vegas.
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