Caracas.- Al menos 92 de los 167 diputados del Parlamento venezolano debatieron este martes fuera de la sede legislativa y desistieron de realizar una manifestación antigubernamental para llegar hasta ella, en una jornada en la que no estuvo Juan Guaidó, a quien respaldan como presidente de la cámara.

Este grupo de diputados se reunió en una plaza pública, en la acomodada localidad caraqueña de Chacao, donde los legisladores discutieron sobre el aumento de los feminicidios, el «abandono» de los ancianos y el «intervencionismo» de Cuba en asuntos del país sudamericano.

Más allá de los acuerdos aprobados, en los que responsabilizan al Gobierno de Nicolás Maduro por la crisis nacional, los diputados autorizaron a Guaidó, reconocido como presidente interino de Venezuela por casi 60 países, el uso de dinero que ha recibido por parte de otras naciones.

Ese punto permite concretar transacciones «supervisadas» desde la cámara por hasta 20 millones de dólares para la «defensa» de los activos de Venezuela en el extranjero, como Citgo, la principal filial de la estatal petrolera Pdvsa, que se encuentra en suelo estadounidense.

SIN MANIFESTACIÓN

La sesión duró unas cuatro horas, tiempo en el que ningún diputado se refirió a la convocatoria a una manifestación callejera que habían anunciado para este martes y con la que la oposición pretendía retomar el control del Palacio Federal Legislativo, la sede del Parlamento, ubicado en el centro de Caracas.

El primer vicepresidente de la cámara, Juan Pablo Guanipa, quien anunció la semana pasada esta convocatoria, no se refirió al tema ni a la muy escasa concurrencia que tuvo otro llamado a manifestaciones el pasado jueves, cuando el país conmemoraba el retorno a la democracia ocurrido en 1958.

Entretanto, un centenar de curiosos acompañó a los opositores en esta sesión en la que nuevamente hicieron verificación de los diputados presentes en un intento por dejar evidencias de que la oposición cuenta con la mayoría de los escaños pese a no tener control de la sede del Parlamento.

INVESTIGACIÓN

El diputado José Brito, disidente de la oposición y expulsado del partido Primero Justicia, anunció la creación de una comisión que investigará a los anteriores presidentes del Parlamento; los opositores Julio Borges, Omar Barboza y Henry Ramos Allup.

Esta instancia, autorizada por otra junta directiva que controla la sede del Parlamento y es respaldada por el chavismo, investigará el uso de recursos como los cientos de millones de dólares aprobados por Estados Unidos en el último quinquenio.

«Solicitar la colaboración del Senado norteamericano en virtud de que el dinero que fue enviado, que la (Agencia de EE.UU. para el Desarrollo Internacional) Usaid ha dicho que son más de 400 millones de dólares (…) se convirtió en flagrante estafa para el pueblo venezolano», dijo Brito ante periodistas.

Denunció que los «implementadores de cada uno de esos recursos por lo menos se quedaban con el 30 %».

Brito participó en otra sesión de la Asamblea Nacional (AN, Parlamento) celebrada de forma paralela en el Palacio Legislativo a la que acudió tanto la bancada chavista como un pequeño grupo de diputados disidentes de la oposición.

Ese nuevo cisma institucional venezolano comenzó el pasado 5 de enero, cuando al hasta entonces presidente incontestado de la AN, Juan Guaidó, le impidieron el acceso a la sede parlamentaria.

Entonces, y en una sesión paralela del Parlamento celebrada en la sede del diario El Nacional, Guaidó fue reelegido por 100 diputados mientras que el diputado disidente de la oposición Luis Parra fue votado por un número todavía hoy no determinado de parlamentarios con el apoyo de la bancada oficialista.

 

EFE

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