La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, con los jefes de Estado y Gobierno participantes en la Conferencia Internacional sobre Desarrollo y Migración de Roma. EFE/EPA/FABIO CIMAGLIA

La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, asumió hoy el liderazgo de la iniciativa europea en el continente africano con una conferencia internacional sobre migración celebrada en Roma, que contó con la presencia de los líderes de la cuenca Mediterránea, aunque culminó con pocos objetivos concretos.

«Las naciones que hasta ahora no habían colaborado ahora entienden que convergen nuestros intereses y necesitamos cooperar. Hablo de proceso porque nos hemos dado un plazo amplio, es el comienzo de un camino estratégico, otros países se sumarán y el trabajo llevará muchos años», indicó la líder italiana en una rueda de prensa posterior al encuentro.

Entre los pocos compromisos concretos citados por Meloni figura el asumido por Emiratos Árabes, que destinará 100 millones de euros (111 millones de dólares) en iniciativas para el desarrollo, aunque se desconocen más detalles.

Y también el Ejecutivo italiano por medio de su agencia de crédito, Sace, ha garantizado proyectos «por más de 25.000 millones de euros (27.750 millones de dólares) en la zona», afirmó la primera ministra italiana.

Meloni lleva un tiempo defendiendo una sinergia entre política migratoria y los proyectos de desarrollo financiados por los países europeos: los países receptores de ayudas se comprometen a reforzar sus fronteras y, a su vez, el impulso económico en los países emisores de emigración frenaría el éxodo de personas.

«Hasta ayer teníamos esa mentalidad según la cual la migración no se puede limitar y las fronteras no existen. No es mi planteamiento: las fronteras existen y la inmigración hay que gobernarla», sentenció.

La convocatoria, anunciada con el título «Conferencia Internacional sobre Desarrollo y Migración», aprovechó la presencia en Roma de numerosos mandatarios por la Cumbre de las Naciones Unidas sobre los Sistemas Alimentarios, que comienza la semana que viene en la sede de la FAO.

A la llamada del Ejecutivo italiano acudieron cinco jefes de Estado (Túnez, Emiratos Árabes Unidos, Mauritania, Libia, Chipre) y ocho primeros ministros (Libia, Etiopía, Egipto, Malta, Jordania, Nigeria, Argelia, Líbano).

Por su parte, Arabia Saudí, Marruecos, Omán, Kuwait, Turquía, Grecia, Catar y Baréin estuvieron representados por los responsables de Exteriores de sus gobiernos.

Sin embargo la iniciativa no sumó a los otros dos grandes países de acogida de inmigrantes en territorio de la Unión Europea: España, que celebraba hoy elecciones generales, y Francia, cuyo gobierno ha protagonizado varios desencuentros con Meloni en materia de inmigración.

LA COMISIÓN EUROPEA RESPALDA LA COLABORACIÓN CON PAÍSES AFRICANOS

Estas ausencias no impidieron a la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, viajar a Roma junto al presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, dando carpetazo a las diferencias iniciales entre aquella y Meloni.

En su intervención, Von der Leyen respaldó que la Unión Europea colabore con los países africanos para detener las redes de traficantes que promueven la inmigración ilegal en el Mediterráneo.

«Se ha convertido en un lucrativo modelo de negocio para el crimen organizado, comercian con los sueños y la vida humana. Debemos acabar con su cínico modelo de negocio», imploró Von der Leyen.

Su discurso se dio una semana después de firmar un acuerdo con Túnez por el que la UE se comprometió a conceder un paquete macrofinanciero de 900 millones de euros (casi mil millones de dólares), incluidos 105 millones de euros (117 millones de dólares) para la gestión de fronteras, búsqueda y salvamento, lucha contra el contrabando y retornos.

«Queremos que nuestro acuerdo con Túnez sea un modelo para lograr alianzas con otros países de la región», afirmó.

Por su parte, las organizaciones humanitarias, que mantienen un pulso con el Ejecutivo italiano por el endurecimiento de los protocolos de rescate en el Mediterráneo, critican la convocatoria.

«La cumbre sobre inmigración, impulsada por Italia y en la que participarán los países costeros del Mediterráneo, no es más que una etapa más en la estrategia de externalizar el control de las fronteras exteriores de Europa a terceros países», denunció Médicos Sin Fronteras en un comunicado.

Según los últimos datos del 21 de julio proporcionados por el Ministerio del Interior italiano, en lo que va del año han llegado a las costas del país 83.439 migrantes, respecto a los 33.972 del mismo periodo del año pasado.

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