Ciudad de México.- México ocupa el primer lugar en asesinatos de activistas ambientales, con 54 del total de 200 homicidios registrados en el mundo en 2021, advirtió este jueves un reporte de la asociación internacional Global Witness, con sede en Londres.

Las muertes son 80 % más que las 30 registradas por el informe un año antes, lo que representa un tercer aumento anual consecutivo en los ataques letales.

De acuerdo con la investigación, más del 40 % de las personas asesinadas eran indígenas, dos tercios de los homicidios estuvieron vinculados con conflictos por la tierra y la minería, y dos de cada tres víctimas eran de los estados de Oaxaca y Sonora, ambos con «importantes» inversiones mineras.

Además, hubo 19 desapariciones forzadas cometidas por funcionarios estatales «corruptos» y grupos delictivos organizados, con base en el documento, que señaló «un efecto escalofriante» en las familias y las comunidades.

Pese al incremento en crímenes, «la impunidad sigue siendo generalizada», porque más del 94 % de los delitos no se denuncian y solo se resuelve el 0,9 %, estimó la asociación.

«En los últimos diez años, el país se ha convertido rápidamente en uno de los lugares más peligrosos para las personas defensoras de la tierra y del medio ambiente, con 154 casos documentados durante este periodo. La mayoría de los asesinatos (131) ocurrieron solo entre 2017 y 2021», advirtió el informe.

LATINOAMÉRICA LETAL

Tres de cada cuatro de los ataques documentados por Global Witness ocurrieron en Latinoamérica, mientras que tan solo México, Colombia (con 33 homicidios) y Brasil (26) concentraron más de la mitad de los asesinatos a nivel mundial.

Le siguen Filipinas (19), Nicaragua (15), India (14), Honduras (8), República Democrática del Congo (8), Perú (7), Ecuador (3), y Chile, Argentina, Bolivia, Gabón y Kenia, con un asesinato en cada uno.

En Brasil, Perú y Venezuela, el 78 % de los ataques se produjeron en la Amazonía.

Mientras que Brasil e India tuvieron un aumento en los ataques letales de 20 a 26 y de 4 a 14 respectivamente, tanto Colombia como Filipinas registraron una caída, al pasar de 65 a 33 y de 30 a 19 respectivamente.

También se advirtió una «cantidad desproporcionada de ataques contra pueblos indígenas», con más del 40 % de todos los ataques fatales dirigidos a poblaciones originarias, a pesar de representar el 5 % de la población mundial.

«Estos casos fueron documentados predominantemente en México, Colombia, Nicaragua, Perú y Filipinas», observó el informe.

SECTORES VULNERABLES

De los activistas asesinados, poco más de una cuarta parte de los ataques letales se relacionaron con la explotación de recursos, como madera, minería y agronegocios a gran escala, represas hidroeléctricas y otras infraestructuras.

La cifra podría ser mayor, según acotó el documento, porque las razones detrás de los ataques a las personas defensoras de la tierra y del medio ambiente «a menudo no se investigan ni se informan adecuadamente».

La minería fue el sector vinculado a la mayor cantidad de asesinatos con 27 casos, con la mayoría de los ataques en México (15), seguido de Filipinas (6), Venezuela (4), Nicaragua (1) y Ecuador (1).

La organización encontró que una cuarta parte de los asesinados eran agricultores y que una de cada 10 víctimas en general eran mujeres.

«La violencia de género arraigada en la misoginia y las normas de género discriminatorias se utiliza de manera desproporcionada contra las defensoras de derechos humanos y ambientales para controlarlas y silenciarlas, y suprimir su poder y autoridad como lideresas», consideró.

 

EFE

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