Los Ángeles (EE.UU.).- Michelle Williams, que ganó el Emmy a la mejor actriz de una serie limitada por «Fosse/Verdon», aprovechó su discurso para exigir de manera muy contundente a la industria audiovisual que pague de modo equitativo a las mujeres, especialmente a las pertenecientes a minorías.
Williams protagonizó así uno de los grandes momentos de la 71 edición de los Emmy, una gala en la que, además de por las victorias de «Game of Thrones» (mejor drama) y «Fleabag» (mejor comedia), será recordada por varios discursos, como los de Billy Porter o Patricia Arquette, que también reclamaron con pasión más igualdad y un mayor respeto a la diversidad, tanto en la pantalla como fuera de ella.
«Cuando pedí clases de baile, escuché ‘sí’. Cuando pedí más lecciones de canto, escuché ‘sí’. Una peluca diferente, un par de dientes no hechos de goma… ‘sí’. Todas estas cosas requieren esfuerzo y cuestan más dinero, pero mis jefes nunca presumieron saber mejor que yo lo que necesito para hacer mi trabajo y para honrar a Gwen Verdon», explicó Michelle sobre el escenario.
«Gracias FX y gracias Fox 21 Studios por apoyarme completamente y por pagarme equitativamente», agregó.
La actriz argumentó que los máximos responsables de «Fosse/Verdon» entendieron que cuando valoras a una persona la estás «empoderando» para que ponga su propio valor «en su trabajo».
«Así que, la próxima vez que una mujer, especialmente una mujer de color, porque ella gana 52 centavos en comparación con el dólar que se lleva su compañero hombre blanco, te diga lo que necesita para hacer su trabajo, escúchala, créele, porque un día quizá se ponga delante de ti y te diga ‘gracias’ por permitirle que triunfara por su entorno de trabajo y no pese a él», finalizó.
El discurso de Williams fue recibido con enormes aplausos en el Teatro Microsoft de la ciudad californiana donde se celebraron los Emmy.
La discriminación salarial a las mujeres en Hollywood es un tema que Michelle conoce muy bien debido a su participación en la cinta «All the Money in the World» (2017) de Ridley Scott.
Después de que Kevin Spacey fuera despedido de esta película y se rodaran de nuevo todas sus escenas con Christopher Plummer en su lugar, se supo que Mark Wahlberg cobró 1,5 millones de dólares por estas escenas extra mientras que Williams recibió menos de mil dólares por el mismo trabajo.
Finalmente, Wahlberg donó esos 1,5 millones de dólares a «Time’s Up», un gesto que elogió su compañera de reparto.
EFE
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