El presidente argentino, Javier Milei, criticó este lunes a los «degenerados fiscales» que lo acusan de hacer un «industricidio» con el fuerte ajuste que aplica para bajar la inflación y que ha hecho caer fuertemente la actividad industrial, y prometió a los industriales que no va a abrir la economía antes de tiempo.
«Al día de hoy, y con tantos anuncios positivos a cuestas, tenemos que escuchar a algunos degenerados fiscales hablar de ‘industricidio'», dijo Milei en un discurso en el marco de la conmemoración del Día de la Industria en la sede de la Unión Industrial Argentina (UIA), ante una audiencia de empresarios y funcionarios de su Gobierno.
La industria de Argentina acumuló en el primer semestre del año una caída del 16,1 %, en forma generalizada en todas las ramas manufactureras, y registró en junio pasado un derrumbe del 20,1 % en comparación con igual mes de 2023, encadenando así 13 meses de descensos interanuales.
Milei reconoció a los industriales que «han sido pacientes sobrellevando estos nueve meses de gobierno», «que han sido arduos».
Les valoró que «eligieron apoyar un programa profundamente liberal» y un «cambio de rumbo absolutamente profundo», que implica «dejar atrás» ideas económicas «dañinas».
Milei recordó que en el pasado, «para proteger a la industria, se le robó al campo», utilizando la recaudación del sector agropecuario para financiar subsidios y exenciones impositivas.
El presidente argentino insistió en que «la mejor política industrial» es una buena política fiscal y monetaria, honrar las deudas y devolver la credibilidad del país.
Le señaló a los industriales que «ningún país quebró por abrirse al comercio internacional» y prometió que no los va «a dejar tirados», sino que «la transición» al modelo de la libertad se dará por «etapas de cumplimiento de objetivos», por lo que anticipó que va «a abrir la economía cuando estén dadas las condiciones estructurales para que las empresas sean lo más competitivas posible».
«Esta administración está empecinada en reducir el costo argentino para mejorar la competitividad», agregó, en referencia al costo de financiamiento, el laboral, la burocracia estatal, los impuestos y las regulaciones que devienen en protecciones.
Y reconoció que «la guerra contra el costo argentino necesariamente va a necesitar una transformación en el sector industrial», que «genera miedo».
«No hay que tenerle miedo al cambio», «anímense a competir», los arengó el presidente, porque consideró que los argentinos tienen «la capacidad de sacar agua de las piedras» y «de emprender aún en las peores condiciones».
Milei reconoció que en el nuevo contexto «no todos van a ganar» y que «algunos quedarán en el camino», pero que el sistema les dará «las posibilidades de reconvertirse».
El presidente graficó que van a tener que «aprender a andar en bicicleta sin rueditas» y que «la mayoría va a hacer equilibrio» porque «la reducción del costo argentino va a compensar los subsidios» y que «a los que no necesitan el curro para vender, les va a ir bien».
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