Miles de ciudadanos se despidieron este sábado, en medio de enorme tristeza y rabia, de las víctimas de los dos tiroteos de esta semana en Serbia, en los que murieron 17 personas y 21 resultaron heridas.

En Belgrado fueron enterrados cuatro alumnos y el guardia de la escuela primaria Vladislav Ribnikar, en el centro de la capital, donde un joven de 13 años disparó el miércoles contra sus compañeros con una pistola de su padre.

En Malo Orasje, al sur de la capital serbia, familiares y amigos se despidieron de cinco de las ocho víctimas del tiroteo perpetrado por un joven de 21 años en la noche del jueves al viernes.

Las demás víctimas de los dos tiroteos, que han conmocionado al país balcánico, serán enterradas el domingo y lunes.

La ministra de Sanidad, Danica Grujicic, informó hoy de que tres de los heridos en los dos tiroteos, incluida una niña de 13 años, siguen en estado crítico y que los médicos luchan por sus vidas.

La policía serbia detuvo entre ayer y hoy a siete adolescentes por poseer armas de fuego o por amenazar con cometer nuevas masacres.

También fue detenida una niña que colocó en redes sociales mensajes y fotos para burlarse de las víctimas y del duelo nacional decretado en Serbia por las matanzas.

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