Moscú.- El uso de la energía en calidad de arma por parte de Rusia afectará el futuro del gasoducto ruso Nord Stream 2, alertó hoy la ministra de Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock, en el contexto de las tensiones entre Moscú y Kiev que ponen en peligro el tránsito de gas a través de Ucrania.
«Si la energía es utilizada como un arma, esto tendrá las consecuencias correspondientes, que incluyen a ese gasoducto», afirmó en una rueda de prensa tras su primer encuentro con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov.
La jefa de la diplomacia alemana recordó que el acuerdo de coalición del Gobierno alemán establece que todos los proyectos de infraestructura deben cumplir «en la letra y el espíritu» las normas energéticas europeas.
«Esto atañe también al Nord Stream 2», puntualizó, al señalar que en estos momentos el proceso de certificación del gasoducto está detenido.
No obstante, abrió las puertas a la cooperación en materia de fuentes renovables ya que «sin la mayor economía del mundo no superaremos la crisis climática», a la vez que afirmó que Alemania necesita una Rusia fiable que suministre a Europa el gas que «todavía necesita».
Por su parte, el ministro de Exteriores ruso calificó el Nord Stream 2 como «el mayor proyecto comercial de la última década, dirigido a garantizar la seguridad energética de Alemania y Europa».
«Llamamos la atención a nuestros colegas alemanes respecto a los esfuerzos contraproducentes de politizar este proyecto», indicó.
Varios políticos del Partido Socialdemócrata (SPD) del canciller Olaf Scholz afirmaron este martes que se replantearían el futuro del Nord Stream 2 en caso de una agresión rusa contra Ucrania.
El permiso para la puesta en marcha de la infraestructura no puede separarse de la situación en Ucrania, puesto que es crucial tomar en serio los intereses de aquel país, declaró el presidente de la comisión de Exteriores del Bundestag, Michael Roth, al matinal de la cadena ARD.
A esta opinión se sumó el exlíder del SPD y exministro de Exteriores Sigmar Gabriel, quien conminó hoy a mostrar «fortaleza» ante Rusia y a dar a conocer al Kremlin «el precio de una guerra en Europa».
Por su parte, el portavoz para asuntos exteriores del grupo parlamentario socialdemócrata, Nils Schmid, reconoció que en el seno del partido existen diversos puntos de vista con respecto al uso del gasoducto para presionar a Rusia.
Aunque los socios de Gobierno verdes, entre ellos la ministra de Exteriores Annalena Baerbock, se han manifestado repetidas veces en contra de que se otorgue el permiso al gasoducto, hasta ahora el SPD se ha mostrado más reticente a la hora de cuestionar el proyecto.
En noviembre, la Agencia Federal de Redes de Alemania paralizó temporalmente el proceso de certificación de Nord Stream 2 -destinado a transportar gas ruso directamente a Europa occidental sin atravesar Ucrania- a la espera de que el operador adopte una forma legal conforme al derecho alemán.
EFE
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