La ministra del Trabajo de Colombia, Gloria Inés Ramírez, defiende la posibilidad de que el Gobierno de Gustavo Petro cree un «fondo de subsidios» para miembros del Ejercito de Liberación Nacional (ELN), ya que les permitiría dejar de vivir de una «economía de guerra».
En una entrevista con EFE, Ramírez, que participó en un encuentro de ministras iberoamericanas de Trabajo en la Casa de América de Madrid, repasó algunas reformas que quiere llevar a cabo el Ejecutivo de su país.
Entre ellas, la polémica posibilidad de que el Gobierno colombiano cree un «fondo multidonante internacional» para subsidiar a la guerrilla del ELN a cambio de que deje de secuestrar.
La semana pasada, el jefe negociador del ELN, alias «Pablo Beltrán», admitió que pese al alto el fuego de seis meses acordado con el Gobierno en las negociaciones en Cuba y que comenzará a regir el 3 de agosto, esa guerrilla continuará haciendo «retenciones» como una manera de subsistir y financiarse.
Según Ramírez, la propuesta del Ejecutivo de Petro, es «importante», ya que permitiría «que estas personas que viven de una economía de guerra tengan la oportunidad de vivir de una economía de paz, que comienza con un proceso de solidaridad».
Además, la ministra de Trabajo advirtió de que esta idea no es nueva, ya que fue planteada anteriormente por el expresidente colombiano Álvaro Uribe, pero, subrayó, como ahora la propone Petro, «todos quieren avasallarla».
Ramírez aseguró que las víctimas del ELN -más de 9.000 en los 37 años que lleva activa- siempre han estado «en el centro» de las negociaciones.
«En este proceso, nosotros tenemos que hablar de justicia restaurativa y reconciliación nacional, es decir, a cambio de verdad, menores penas», señaló.
ACUSACIÓN DE FINANCIACIÓN ILEGAL
La ministra de Trabajo de Colombia se refirió también al escándalo por presunto abuso de poder e interceptaciones telefónicas ilegales que involucra a Laura Sarabia, exjefa de Gabinete de Petro, y a Armando Benedetti, exembajador en Venezuela.
Benedetti fue pieza clave en la campaña presidencial de Petro, principalmente en la costa atlántica, lo que le valió ser nombrado embajador de Colombia en Venezuela, cargo que ocupó desde agosto pasado hasta su renuncia el 2 de junio en medio de un escándalo de disputas de poder con Sarabia, quien dimitió el mismo día.
Tras la renuncia de Benedetti, la revista colombiana Semana publicó unos audios en los que el político, sin ahorrar vulgaridades y ofensas contra Sarabia y Petro, amenazó con revelar supuestas irregularidades en la financiación de la campaña presidencial.
«Estos audios buscan deslegitimar al Gobierno. Hay fuego amigo porque Petro reconfiguró el gabinete, expulsando a los aliados que no compartían las reformas estructurales hacia las que sabían que se dirigía el país», señaló Ramírez.
Por eso, explicó que se han puesto a disposición de la Justicia para que los investigue ya que está segura de la «transparencia» en la campaña del mandatario colombiano.
Ramírez destacó además el gran apoyo que tuvo Petro en las marchas del pasado 7 de junio, en las que miles de personas salieron a las calles del centro de Bogotá al grito «Que vivan las reformas» laboral, para expresar su apoyo a las políticas del presidente colombiano y presionar su aprobación en el Congreso.
La ministra de Trabajo subrayó que, «en definitiva», lo que se está viendo hoy en Colombia es un «golpe blando» que trata de invalidar al Ejecutivo, similar a lo que sucedió con Lula da Silva en Brasil o con Evo Morales en Bolivia.
«La diferencia es que en Colombia se usa la guerra sucia, lo cual nos ha costado la vida de muchos dirigentes, no solo organizaciones sociales, sino magnicidios como el del candidato presidencial Bernardo Jaramillo Ossa (en 1990). Esperamos que esto no suceda de nuevo», concluyó.
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