Brasilia.- El ministro de Economía de Brasil, Paulo Guedes, afirmó este viernes que la consolidación del proceso de recuperación de la economía del país tras la pandemia de covid-19 sólo será posible con una vacunación masiva de la población.
Según Guedes, esa inmunización «en masa» de la sociedad permitirá el retorno a la plena normalidad de las actividades económicas, una posición que parece contrariar el firme negacionismo que mantiene hasta ahora el presidente del país, Jair Bolsonaro, en relación a la vacuna.
En una rueda de prensa, Guedes consideró la vacunación como «el capítulo más importante» de la lucha contra la pandemia y también del esfuerzo por recuperar los empleos y la productividad del fuerte impacto de la crisis sanitaria causada por el coronavirus.
«La recuperación económica, basada en consumo e inversiones, sólo será posible en la medida en que haya un retorno seguro al trabajo, y ese retorno seguro al trabajo exige la vacunación en masa de la población brasileña», sentenció el ministro.
Bolsonaro, por el contrario, ha declarado que como ya ha tenido covid-19 no tiene por qué vacunarse y, además, defiende el «derecho» de quien no quiera ser inmunizado.
El asunto llegó a tribunales y, este jueves, la Corte Suprema decidió que la vacunación debe ser obligatoria pero no «forzosa», y abrió las puertas para que el Gobierno federal o las administraciones de cada estado o municipio puedan establecer algún tipo de sanción.
En lo estrictamente económico, Guedes reconoció que un año que se presentaba «muy prometedor» acabó frustrado por la crisis sanitaria, que derrumbó las previsiones de crecimiento cercanas al 3 % y las convirtió en una caída que será de entre un 4 y 5 %.
«La economía estaba despegando», pero con la pandemia «dio un giro de 180 grados», declaró Guedes, quien subrayó el impacto fiscal del gasto en sanidad, las medidas de auxilio financiero a los más pobres, desempleados e informales, así como a las empresas, impuesto por la crisis sanitaria.
Esa situación agravó el ya crónico déficit fiscal de Brasil, que este año deberá situarse en torno al 12 % del Producto Interno Bruto (PIB), con un impacto que aún deberá repercutir en 2021.
Aún así, subrayó que esas medidas, que alentaron el consumo, ayudaron a empresas e impidieron paralizar por completo la actividad económica, redujeron a la mitad las proyecciones de caída del PIB que se barajaban hasta mediados de este año, que llegaron a situarse en un 10 %.
De cara a 2021, aseguró que el Gobierno insistirá en retomar la agenda de reformas estructurales, que reducirá la burocracia y le permitirá al país convertirse en «la mayor frontera de inversiones del mundo».
Guedes volvió a lamentar que la pandemia paralizó el programa de privatizaciones del Gobierno, pero también aseguró que ese plan será retomado el año próximo, para cuando confía en que habrá un fuerte «rebote» económico en el país.
Esa esperanza ha sido volcada, de hecho, en los documentos que el Gobierno remitió al Congreso para la elaboración de los presupuestos de 2021, que apuestan a un crecimiento del 3,2 % el año próximo.
En el documento, ya aprobado por el Parlamento, el Ministerio de Economía calcula además que la inflación será en 2021 del 3,2 %, con los intereses de referencia en una media del 2,1 % anual y una tasa de cambio de 5,30 reales por dólar, similar a la actual.
EFE
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