José de León siempre soñó con tener ese momento mágico que todo lanzador aspira al subirse al montículo y el lunes llegó en el Clásico Mundial de Béisbol.
De León se combinó con tres relevistas para completar un juego perfecto de ocho entradas acortado por la regla de nocaut luego de que la novena boricua se impuso por 10-0 a Israel.
Oficialmente, la segunda victoria de Puerto Rico se anunció como un no-hitter ya que los juegos perfectos se definen así al completarse nueve entradas, pero la realidad es que en una noche que el estadio estuvo repleto de puertorriqueños, reinó la perfección de De León.
«Soñé con un momento como éste. Por todas las cosas que he pasado, necesitaba un momento como éste para dejarle saber a la gente en Puerto Rico que estoy aquí para quedarme y demostrarle al mundo entero que todavía queda José de León. Fue un momento especial, diría que el número uno en mi vida», indicó el lanzador que busca ganarse un puesto en el cuerpo monticular de los Twins de Minnesota.
De León lanzó 5.2 entradas en las que ponchó a 10 para de paso empatar con el dominicano Ubaldo Jiménez (2009) como el lanzador con más ponches en un juego en el Clásico Mundial.
Luego de que Yackel Ríos retiró el último out del sexto episodio, Edwin «Sugar» Díaz y Duane Underwood Jr. completaron la faena con entradas perfectas antes de que Enrique Hernández pusiera fin al encuentro en la parte baja del octavo con un sencillo remolcador para propinar el nocaut a Israel al tener una ventaja de 10 carreras o más después de la séptima entrada.
Fue el primer juego sin hits ni carreras en un Clásico Mundial desde que Shairon Martis, de 18 años, lanzó siete entradas sin imparables para Holanda contra Panamá en el primer año del torneo en el 2006.
«En el 2017 cuando representé a Puerto Rico por primera vez fue lo más grande en mi carrera. Siempre dije que la única manera de superar eso era regresar al próximo (Clásico) y estoy aquí. Agradecido por la oportunidad. Voy a disfrutarlo», dijo.
De León sostuvo que no estuvo pendiente de las entradas perfectas que estaba acumulando en su salida.
«Estaba tan concentrado en las señales de Martín (Maldonado) y él puede dar fe de ello. No le dije que «no» a ningún lanzamiento que me pidió durante el juego. Cuando tú tienes esa concentración y confianza en tu catcher, los innings pasan más rápido. Estaba más pendiente a los ponches que a los innings perfectos», apuntó.
Yadier Molina, manager de la novena boricua, elogió la labor realizada por De León durante el encuentro y no pudo ocultar su felicidad por la hazaña.
«Sé que es un momento especial para él (De León) y todos nosotros, pero más aún para él teniendo a su familia aquí viéndolo, y todo lo que ha pasado en su carrera», explicó Molina, quien le entregó la pelota cuando lo retiró del montículo al llegar al lanzamiento 64.
«Pensé que sería un buen «souvenir» para él. Estoy muy contento por su actuación. Conozco a José desde hace tiempo y de verdad ha trabajado mucho para estar en esta posición», agregó antes de destacar la labor del receptor Martín Maldonado.
«Todo el crédito a Martín. Es un caballo y sabemos la inteligencia que tiene. Junto a Ricky Bones (el coach de pitcheo) hicieron un gran plan de juego y ejecutaron».
Para Maldonado, quien el año pasado recibió un no-hitter combinado de los Astros contra los Yankees de Nueva York, se mostró orgulloso por el hito.
«Fue mi tercer no-hitter y mi primer perfecto, y qué mejor para Puerto Rico sabiendo de la importancia que tienen estos juegos», señaló. «Es un honor. Cada vez que uno tiene la oportunidad de llevar el nombre de Puerto Rico en el pecho es un honor».
De León, quien apenas lanzó 13.1 entradas el año pasado en la organización de los Azulejos de Toronto, indicó que la pelota servirá como recuerdo de una noche muy especial en su carrera y para su tierra natal.
«La bola fue firmada por los muchachos… los cuatro pitchers y ‘Machete’ (Maldonado), y tener un momento como éste después de todos los obstáculos que he tenido en mi carrera -como le dije a los muchachos en el clubhouse- y frente a mi familia en las gradas, la gente de Puerto Rico y con el jersey de Puerto Rico, lo hace 100 veces más especial», sostuvo.
«Todavía no lo creo. Estoy como viviendo un sueño y es super especial».
Con el triunfo ante Israel, Puerto Rico mejoró su récord a 2-1 en el Grupo D y descansará el martes y volverá a la acción en el último partido de la primera ronda ante República Dominicana donde prácticamente se jugará la clasificación a los cuartos de final.
«Para nosotros va a ser el juego más importante del torneo, así que vamos a estar listo para eso», indicó Molina, quien destacó el despertar ofensivo del equipo liderado por tres impulsadas de Francisco Lindor.
«Estoy contento con los muchachos obviamente después de lo que pasó anoche con Venezuela. Venir agresivo y ganar el juego de esta manera es algo espectacular», apuntó. «Estoy orgullosos de ellos y contento con la situación en que estamos y preparándonos para el miércoles».
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