Quito.- El presidente ecuatoriano, Lenín Moreno, celebró este miércoles el inicio de un proceso de diálogo con el movimiento indígena que protesta contra el aumento del precio de las gasolinas, y dijo que cree que la convulsión social en el país pasará pronto.
Moreno, que trasladó la sede del Gobierno a la ciudad costera de Guayaquil, lejos del asedio de las protestas en Quito, dijo esta tarde que ha decidido regresar a la capital para extender la mano a los manifestantes indígenas.
«Ya tenemos primeros buenos resultados del diálogo», precisó Moreno en un mensaje en Twitter, en el que se congratuló de que la movilización indígena de este miércoles se haya deslindado de grupos violentos.
«En Quito recibí el reporte de que las marchas se desarrollan con normalidad. Hermanos indígenas, me alegra que hayan separado de sus manifestaciones pacíficas a los elementos perniciosos», agregó el gobernante.
«Sin duda esto se va a solucionar muy pronto», agregó el mandatario, que dijo estar alegre de que el movimiento indígena esté «pensando en mantener la constitucionalidad, la democracia y la paz» en el país.
Recordó que jamás ha ofendido a los indígenas y que, más bien, los ha tratado con «respeto y cariño» y que por ello está dispuesto a dialogar con las comunidades.
El presidente ecuatoriano ha insistido en que está dispuesto a dialogar con los indígenas, aunque ha señalado en reiteradas oportunidades que no dará marcha atrás en la eliminación del subsidio a los combustibles, como le exigen los manifestantes.
De su lado, el secretario general de la Presidencia, José Augusto Briones, remarcó hoy que se han producido acercamientos iniciales con representantes del colectivo indígena para avanzar en soluciones a sus demandas.
Esos acercamientos se ha producido a expensas de representantes de Naciones Unidas, de la Iglesia y de las universidades, que se han mostrado dispuestos a colaborar para solucionar el conflicto social.
Briones indicó que el Gobierno ha preparado un «plan integral» para atender las principales demandas indígenas que busca compensar el incremento de los precios de los combustibles y generar «oportunidades de bienestar reales» en las comunidades.
Sistemas de riego, financiación agrícola, reestructuración e deudas de campesinos, tecnología y maquinaria, centros de acopio de productos del campo, entre otros, forman parte del plan que el Gobierno quiere discutir con el movimiento indígena, explicó el secretario.
Remarcó la «disposición para dialogar» del Gobierno con quienes se «manifiestan de manera pacífica», y añadió que la propuesta oficial ha sido trasladada a los dirigentes indígenas para su análisis.
EFE
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