El Bharatiya Janata Party (BJP) del primer ministro indio, Narendra Modi, logró este sábado una importante victoria en las elecciones legislativas del territorio de Delhi, en el que se incluye la capital india, alcanzando una mayoría que le permitirá gobernar esta región clave por primera vez en 27 años.
La formación del líder nacionalista hindú ha superado los 35 escaños necesarios para poseer mayoría en la asamblea de 70 asientos de Delhi, según los resultados publicados hoy por la Comisión Electoral de la India (ECI).
«El desarrollo y el buen gobierno triunfan. Me inclino ante mis queridos hermanos y hermanas de Delhi por este mandato rotundo. Nos sentimos humildes y honrados de recibir estas bendiciones», celebró Modi en X tras conocerse la victoria.
El resto de asiento irán a parar al hasta ahora gobernante partido Aam Aadmi (AAP), que venía de lograr victorias contundentes en las dos últimas elecciones de Delhi, superando los 60 parlamentarios en ambas ocasiones.
Minutos antes de que se oficializara la derrota del AAP, su líder, Arvind Kejriwal, publicó un video en X en el que aceptó el resultado y felicitó al BJP por su triunfo.
«Hoy se han anunciado los resultados de las elecciones de Delhi y aceptamos el veredicto del pueblo. Felicito al BJP por su victoria y espero que esté a la altura de las esperanzas y expectativas del pueblo que le ha dado la mayoría», dijo Kejriwal, jefe de Gobierno de Delhi hasta el año pasado, y que incluso ha perdido su asiento en la asamblea en estas elecciones.
Más de quince millones de personas estuvieron llamadas a votar en los comicios que se celebraron el pasado miércoles, y que concluyeron con más de un 60 % de participación.
Un optimismo justificado
La jornada electoral estuvo marcada por dos posturas bien distintas: si bien el optimismo predominaba entre los seguidores del BJP, cuyo último -y único- mandato de Delhi databa de 1998, el ambiente en las filas del AAP, era más comedido.
El desgaste de una década en el poder y las acusaciones de corrupción contra Kejriwal, que llegó a ingresar en prisión el pasado marzo, resultaron dos losas imposibles de remontar.
Kejriwal fue encarcelado cuando era jefe de Gobierno por su supuesta implicación en una trama corrupta relacionada con las licencias de venta de licor en la capital india, llegando a comandar durante varios meses el Gobierno de Delhi desde prisión. Finalmente, fue puesto en libertad en septiembre.
La victoria en Delhi no solo era una cuestión de prestigio para el BJP, sino que también era visto como una forma de proteger la imagen de Modi en el exterior, al poder controlar posibles protestas contra el Gobierno central, que en los últimos años contaron con el beneplácito del AAP.
La estructura de Gobierno del territorio capitalino es además bastante compleja. Mientras que el Ejecutivo regional supervisa la educación, la gestión del agua o los servicios públicos, la figura del gobernador -elegido a dedo por el Gobierno de Modi- está encargado de la Policía o la Autoridad de Desarrollo de Delhi.
Tras una década de tirantez entre ambas formaciones, en el que los vecinos eran los principales perjudicados, la victoria del BJP se prevé que ponga paz a este conflicto.
Tras el varapalo de Delhi, el AAP pasa a encabezar únicamente el Gobierno del estado noroccidental de Punjab, fronterizo con Pakistán, donde no hay previstas elecciones hasta 2027.
Mientras que el BJP comienza un nuevo año electoral con una victoria clave, tras el amargo sabor que le dejaron las elecciones generales del año pasado, en las que aunque Modi revalidó mandato, su formación perdió la mayoría absoluta que había logrado en 2014 y 2019.
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