Caracas.- El artista zuliano Antonin Figueroa invita a su primera exposición individual titulada «Naturaleza inédita», evento donde presentará una serie de pinturas realizadas entre los años 2020 y 2021, y que tendrá lugar el jueves 16 de septiembre a las 4 de la tarde en el Centro de Bellas Artes Ateneo de Maracaibo, específicamente en la sala Oscar d´Empaire.

«En mi propuesta plástica tomo como referente a la naturaleza, entendiéndola como un todo al que pertenecemos y debemos respeto, apreciando sus colores, su luz propia, sus formas y movimientos. Luego, sobre el soporte, ese espacio paralelo presto para libertades, busco, por medio de la materia, inmortalizar un instante de la existencia que en mí habita, conjugando mi ser con todas las riquezas que el universo nos brinda. Un homenaje a la vida», explica Figueroa en su cuenta de Instagram.

Con motivo de la muestra, el curador y museógrafo Alberto Asprino entrevista a Antonin Figueroa, quien además sostiene: «Cuando inicié esta serie de obras no pensé en el paisaje, mi interés iba dirigido hacia el color y salí a buscarlo en la naturaleza. El paisaje como referente es un cúmulo infinito e indetenible de sucesos y elementos en movimiento. Mucho más que una línea de horizonte. A cada quien le corresponde un paisaje y un camino por recorrer”.

Alberto Asprino: En tu biografía mencionas que eres autodidacta, pero hay que destacar que en tu seno familiar tuviste la mejor escuela, tus padres. Por un lado tu mamá, quien se dedica por años a la gerencia cultural e institucional, tu papá, al apoyo de los artistas zulianos además de dedicarse a la pintura en calidad de creador, y tu abuelo Natividad Figueroa, destacado y reconocido pintor de la arquitectura tradicional marabina y su entorno humano. ¿Ejercieron alguna influencia a la hora de tomar la decisión de dedicarte al arte como proyecto de vida?

Antonin Figueroa: Ciertamente he tenido la dicha de nacer y crecer en un hogar donde el arte y la vida van de la mano. De manera natural y espontánea el tiempo hizo arraigo en mis querencias. A mi abuelo Natividad no tuve la oportunidad de conocerlo, estaba muy pequeño cuando falleció. Sin embargo el arte me ha permitido acercarme a él a través de sus obras, por las cuales siento una gran admiración y respeto. Un pintor puro. Un gran creador.

AA: Por un tiempo te dedicas a divulgar y mercadear el trabajo de creadores jóvenes desde Paradiso Espacio. ¿Qué te motivó a involucrarte en tan compleja actividad?

AF: Paradiso Espacio es un proyecto que tiene como objetivo principal generar escenarios de encuentro para el arte y la cultura. A partir de esta iniciativa tuve la oportunidad de brindarles un espacio a los artistas de la ciudad de Maracaibo.

AA: El paisaje, la naturaleza del paisaje, como bien menciono, ha sido reiterado en el quehacer artístico del país, se ha trabajado de mil maneras desde distintos medios. Por destacar algunos ejemplos: Alejandro Otero (1921-1990) en sus inicios desarrolla su obra basándose en la pintura, tomando el paisaje como su más cercano referente, indagación que desarrolla entre 1940 y 1945. En otro orden de tiempo, Nayarit Castillo (1977) obtiene en el 2004 el premio Arturo Michelena, con una video instalación titulada Contemplación: Anotaciones sobre la pintura, justamente la propia alegoría a la pintura del paisaje. ¿Temes no repetir lo antes desarrollado?

AF: Desde lo personal relaciono el arte en este caso, la pintura, con la vida misma. Todos la vivimos lo humanamente posible, sin embargo no hay manera de repetirnos. Cuando inicié esta serie de obras no pensé en el paisaje, mi interés iba dirigido hacia a el color y salí a buscarlo en la naturaleza. El paisaje como referente es un cúmulo infinito e indetenible de sucesos y elementos en movimiento. Mucho más que una línea de horizonte. A cada quien le corresponde un paisaje y un camino por recorrer.

AA: Recientemente te estableces en nuestra Región Capital. ¿Qué te traes de tu ciudad natal Maracaibo y a qué te enfrentas en tu nuevo escenario de vida creativa?

AF: De Maracaibo traigo todo mi ser, mis afectos. En Caracas he tenido la suerte de conseguir un espacio adecuado para vivir y crear junto a mi familia, un lienzo en blanco y unos árboles que me invitan a seguir.

AA: En el escenario de nuestras artes visuales, la mayoría de los artistas de tu generación apuestan por los medios no convencionales o a la reinterpretación de los ya reconocidos como tradicionales, buscando conceptualizar más que desarrollar el propio oficio, ¿por qué te inclinas a la pintura, a buscar en el paisaje una motivación personal?

AF: Para mí la pintura es uno de los medios más completos y nobles que existen. La capacidad que tiene la materia y sus posibilidades para registrar y transmitir es infinita y verdaderamente apasionante. La pintura no es el pasado o el presente de los hombres que se han valido de ella. La pintura es un ente libre. Un mar donde puedes navegar o quedarte en la orilla y contemplar a plenitud. En la naturaleza he encontrado un gran motivo para perderme en el color a través de la materia y adentrarme con entusiasmo a la espontaneidad del gesto pictórico.

AA: ¿Cómo te manejas en el otro espacio contenido de tu obra, aquel que está más allá de tu refugio taller; cómo te ves o cómo ves tu obra desde el distanciamiento necesario que implica ocupar el espacio expositivo y su particularidad determinante?

AF: Las obras son ofrendas que deben liberarse. En el taller forman parte de un todo, están muy cerca y la contemplación es diferente a la del espacio expositivo. En mi caso mientras están en el taller los procesos y cambios pueden continuar. Cuando salen a la luz, están sujetas a otra realidad y a la mirada del otro que multiplica. Es muy emocionante ver el trabajo dignificarse y flotar. Apoderarse del espacio para el disfrute de todos.

AA: ¿Tienes algún referente del Arte Venezolano?

AF: Siento mucho respeto y admiración por los Maestros Zulianos. Crecí viéndolos ejercer el oficio con desenfreno y profesionalismo. El potencial nacional a nivel de artes es inconmensurable. Más que un referente son una gran inspiración.

AA: La obra por lo general es retrato de quien la crea, ¿te sientes retratado en ella?

AF: He pensado en crear una obra que no hable de mí ni de mis historias. Ser un canal abierto que recibe del universo, para plasmar en la materia un mensaje superior que se escapa de la razón. Sin duda la pintura habla de la existencia que en mí habita. Un todo que nos conforma.

Antonin Figueroa hace alianza con la pintura como indagación plástica y conceptual, para explorar la naturaleza del paisaje explorándose a sí mismo. Cuerpo y sentir que lo retrata y distingue.

Con información de Globovisión

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