La NBA anunció que ha rechazado la protesta presentada por los New York Knicks por el polémico final de su partido contra los Houston Rockets del pasado 12 de febrero.
La liga detalló en un comunicado que para aceptar una protesta tiene que darse una mala aplicación de las reglas y no un error de juicio de los árbitros.
En este caso, la NBA no admitió la protesta de los Knicks dado que no consiguieron probar una mala aplicación de las reglas.
Solo seis protestas en la historia de la NBA han tenido éxito, la última de ellas en 2007 cuando expulsaron Shaquille O’Neal en el último minuto de un partido entre los Miami Heat y los Atlanta Hawks pese a que llevaba solo cinco faltas y no seis.
Meses después, se volvió a jugar el último minuto de ese encuentro sin que cambiara el marcador (triunfo para Atlanta).
Error arbitral
Los árbitros del partido Rockets-Knicks reconocieron tras el partido que se equivocaron en una falta en el último segundo que le pitaron a Jalen Brunson y que supuso la victoria de Houston frente a Nueva York por 105-103.
Con 103-99 a falta de 48 segundos, Brunson metió dos canastas seguidas y empató el encuentro para los Knicks (103-103).
No obstante, a los Rockets todavía les quedaban 8.3 segundos para evitar la prórroga. Jalen Green asumió la responsabilidad, pero su tiro lo taponó Precious Achiuwa.
El balón acabó en las manos de Aaron Holiday, cuyo triple sobre la bocina no entró. Sin embargo, los árbitros pitaron una muy controvertida falta de Brunson que le dio tres tiros libres a Holiday con solo 0.3 segundos en el reloj.
El jugador de los Rockets metió los dos primeros, tiró a fallar el tercero y se acabó el partido.
Contacto ilegal
«En directo pareció que el contacto en la parte inferior del cuerpo era ilegal», explicaron tras el partido los árbitros según el pool de la NBA.
«Después de ver la jugada en la revisión de pospartido, el jugador que atacaba fue capaz de regresar a su posición normal en la pista. El contacto ocurrió después de que lanzara el balón por lo que es fortuito y marginal al intento de tiro y no debería haber sido pitado», agregaron.
Aquella decisión perjudicó claramente a los Knicks, pero la ironía es que esta misma semana se beneficiaron de un claro error en su encuentro frente a los Pistons (los árbitros también reconocieron a posteriori su equivocación).
En este caso, una falta no pitada de Donte DiVincenzo a Ausar Thompson en los últimos segundos del partido fue clave para que los neoyorquinos recuperaran el balón y sellaran el triunfo con una canasta más adicional de Josh Hart.
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