Imagen de archivo del jefe del Shin Bet (el servicio interior de inteligencia israelí), Ronen Bar. EFE/EPA/GIL COHEN-MAGEN / POOL

El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, afirmó este viernes, en medio del revuelo judicial tras paralizar el Tribunal Supremo la decisión del Ejecutivo de destituir al jefe del servicio de inteligencia interior israelí (el Shin Bet), que la competencia en esta materia recae en el Gobierno exclusivamente, asegurando que «no habrá guerra civil».

«No habrá guerra civil. El Estado de Israel es un Estado de derecho y, según la ley, el Gobierno israelí decide quién será el jefe del Shin Bet. Feliz sábado», escribió el mandatario en la red social X.

Horas antes, el Tribunal Supremo había decidido paralizar la destitución hasta que estudiara las peticiones contra ella presentadas por distintos grupos y organismos.

A su vez, la fiscal general del Estado había informado a Netanyahu de que tenía «prohibido» elegir a otro director para la inteligencia interior hasta que el tribunal finalizara sus pesquisas.

El tribunal se dio de plazo para tomar una decisión hasta el 8 de abril, si bien el Gobierno había anunciado que la destitución se hará efectiva el día 10 o antes, de nombrarse un sucesor con anterioridad.

«Esta prohibido llevar a cabo cualquier acción que dañe el estatus del jefe del Shin Bet, Ronen Bar. Está prohibido nombrar a un nuevo jefe del Shin Bet y no están permitidas las entrevistas para la posición», dijo en este sentido la fiscal general del Estado, Gali Baharav-Miara.

Examen jurídico

«Además, se completará el examen jurídico requerido sobre la capacidad del primer ministro para tratar el asunto a la luz de las preocupaciones sobre un conflicto de intereses derivado de los interrogatorios del Shin Bet a sus personas de confianza», añadió.

La fiscal general ya amenazó con este examen el pasado domingo, cuando Netanyahu, anunció que pretendía destituir a Ronen Bar. El conflicto de intereses en cuestión son las investigaciones del Shin Bet por el escándalo del ‘Qatargate’, sobre los supuestos pagos de Catar a asesores del primer ministro para que crearan una campaña de publicidad favorable al país del golfo de cara al Mundial de Fútbol de 2022.

La Ley General del Servicio de Seguridad de Israel de 2002 estipula que el jefe del Shin Bet es nombrado por el Gobierno a propuesta del primer ministro. Bar ocupó el cargo en 2021, elegido entonces por el Ejecutivo de Naftali Bennet, que precedió a Netanyahu.

La norma apunta que el Gobierno puede poner fin al mandato del Shin Bet antes de que concluya su duración fija (cinco años).

Sin embargo, el Instituto para la Democracia de Israel, una institución de investigación independiente, advierte que existen restricciones para esta decisión, como aportar una base fáctica apropiada, que no se dé en caso de existir un conflicto de intereses entre las partes o dar espacio al líder del Shin Bet para que responda a las acusaciones.

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