El primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, defendió este miércoles ante la Knéset (Parlamento israelí) mantener la presión militar y política en Gaza como vía para alcanzar los objetivos de guerra del país, ya que considera que cuanto más persista su gobierno en la presión «más y más cederá» Hamás.
«Esta es la única forma de liberar a las chicas y chicos, mujeres y hombres, jóvenes y ancianos, los vivos y los muertos», insistió Netanyahu sobre el rescate de los rehenes aún cautivos en Gaza, uno de los objetivos militares de Israel junto a eliminar las capacidades políticas y militares de Hamás y garantizar el retorno de los miles de evacuados israelíes en las fronteras con la Franja y el Líbano.
De los 251 rehenes capturados por los milicianos islamistas el pasado 7 de octubre, 116 siguen en la Franja de Gaza, de los cuales al menos 42 están muertos, según ha confirmado el Ejército israelí.
Las familias de los secuestrados cargaron este miércoles contra Netanyahu, quien presuntamente dijo anoche en una reunión gubernamental con respecto a las negociaciones con Hamás que «no deberían estar estresados» ya que «los rehenes están sufriendo, pero no muriendo», según una filtración publicada por el portal de noticias Ynet.
«Cogido por la garganta»
«Exigimos al primer ministro que se explique inmediatamente», demandó el Foro de Familiares de Rehenes en un comunicado, ante unas declaraciones que consideran «profundamente hirientes», así como «peligrosamente irresponsables».
La plataforma, que representa a las familias de los secuestrados, aprovechó el comunicado para demandar a Netanyahu, como hace habitualmente, que firme el acuerdo de alto el fuego con Hamás para garantizar el retorno seguro tanto de los rehenes vivos como de los fallecidos.
El primer ministro aseguró tener a Hamás «cogido por la garganta» y dijo que gracias a la presión militar el Ejército ha conseguido eliminar a «miles» de milicianos o entrar en Rafah (en el extremo más meridional de la Franja) y controlar el conocido como corredor Filadelfia, que recorre la frontera con Egipto.
En su discurso ante los legisladores, Netanyahu cargó contra la oposición asegurando que esta pondría fin a la guerra «sin eliminar a los comandantes, sin controlar Rafah y el corredor Filadelfia y con Mohamed Deif (líder militar de Hamás en Gaza, al que Israel intentó matar el pasado sábado) paseándose como un ganador».
«Estamos decididos a ganar la guerra. Estamos decididos a recuperar a los rehenes. La clave es presión, presión y más presión», sentenció.
Mientras Israel mantiene su ofensiva en Gaza, que ya ha matado a 38.794 personas y herido a casi 90.000, delegaciones del Estado hebreo y Hamás negocian en Egipto y Catar un acuerdo de alto el fuego que permita el intercambio de rehenes por presos palestinos.
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