El periodista y antropólogo salvadoreño Juan José Martínez d’Aubuisson (San Salvador, 1986) sostuvo que “es muy complicado” hacer periodismo en El Salvador y alertó de que “probablemente, en el futuro no se pueda” debido a la persecución del Estado.
“El Estado no solo persigue a los periodistas sino que, a través del espionaje, persigue a nuestras fuentes: nadie en el Estado quiere hablar” por miedo a represalias, explicó Martínez en una entrevista con EFE en Madrid, donde participó en el festival literario ‘Centroamérica Cuenta’ para hablar de periodismo, censura y libertad de expresión en esa región.
Martínez (San Salvador, 1986) manifestó que las dificultades para investigar en estos contextos de censura obligarán a “transformar toda la manera de reportear” y, en ese sentido, confió en que “el periodismo siempre encuentra la manera” de sortear la persecución estatal.
“Lo que buscan es que nos vayamos”
Estudioso del fenómeno de las pandillas centroamericanas y la violencia social, para Martínez, la columna vertebral del Gobierno salvadoreño “se amarra a un solo pilar, que es la narrativa mediática”, por lo que ―contó― se bloquea cualquier otra información que no provenga del aparato estatal.
“La única persona y el único estamento que le va a contar a los salvadoreños y al mundo lo que está pasando en El Salvador debe ser [Nayib] Bukele y su narrativa, no es posible que haya medios, y mucho menos medios independientes, periodistas o académicos contando la historia, porque no es la misma”, manifestó el autor de «Ver, oir y callar. Un año con la Mara Salvatrucha 13» .
En este sentido, sostuvo que cuando los periodistas comenzaron a investigar al Gobierno de Bukele, (“sus pactos con la mafia” y la “corrupción rampante”, puntualizó) se convirtieron en “enemigos de su proyecto”, por lo que intenta “restar valor” a lo que investigan y plantearlos como “enemigos del pueblo y protectores de las pandillas”.
“Lo que buscan es que nos vayamos”, aseguró, a la vez que opinó que “a ningún régimen autoritario le interesa tener en el país prensa independiente que esté contándole a la población lo que hacen”.
El rol del periodismo en Centroamérica
En este contexto en el que las instituciones del Estado “están todas alineadas” y El Salvador “es una dictadura muy clásica”, Martínez opinó que el periodismo es “la última barrera que sigue resistiendo a regímenes autoritarios” en su país y en el mundo.
También expresó con seguridad que las cosas no van a cambiar: “Los malos van a seguir ganando siempre y los pequeños, los débiles, los pobres, los chiquitos, siempre van a perder y siempre van a comer mierda a dos manos”, pero reconoció que lo que sí se puede cambiar es que los responsables de esa violencia y de esas desigualdades no sean impunes.
“Lo que hagan ahora, nosotros se lo vamos a contar a sus hijos (…) para que en el futuro el mundo sepa lo que esta gente le hizo a otras personas. Ese no es un compromiso con la sociedad actual, es un compromiso con la gente que viene”, sentenció.
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