La Prensa del Táchira.- Tras 26 días desaparecido, fue hallado el cuerpo sin vida en Antioquia, Colombia, del niño Maximiliano Tabares Caro.

El aborrecible crimen fue cometido por la secta satánica denominada «Los Carneros», información difundida por las autoridades de esa región en la que también detallaron que «seis personas fueron capturas e interrogadas, dos de ellas confesaron su participación en el homicidio».

La primera en hablar fue la propia madre del pequeño, Sandra Patricia Caro Pérez, quien afirmó que el líder del grupo sugirió que el pequeño debía ser sometido a un ritual para mejorar su condición.
 

Luego de que recibió un mensaje donde le dieron cuenta que el menor estaba obstaculizando las tareas del grupo: encontrar huacas de oro en las montañas de los municipios de Remedios y Segovia, ubicadas en el noreste de Antioquia.

Por lo que la madre, que es acusada por los delitos de desaparición forzada y tortura a título de cómplice, cedió la vida de su hijo para sacarle el supuesto espíritu que lo estaba atormentado.

La segunda persona en hablar fue Robinson Esmit Arboleda Ramírez, alias Orejas, que fungía en los ‘Carneros’ como supuesto discípulo, por lo que debía cumplir al pie de la letra las órdenes de su líder.

Labores de búsqueda

Pero fue el 27 de octubre, cuando Sandra Caro dio detalles del sitio donde habían abandonado el cadáver de Maximiliano, con las coordenadas; mientras que Orejas fue quien llevó a los integrantes del Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) hasta el lugar, con la condición de que la justicia le suministrara beneficios.

Así fue. Pidió ser trasladado desde la capital de Antioquia hasta la zona rural del municipio de Segovia para señalar con su propio dedo el terreno en el que fue sepultado el menor de seis años.

Para las 4:00 de la tarde de aquel día, los investigadores llegaron junto al capturado a la vereda Cuturú Alto, alejada a una hora y media de la zona urbana de esta población.

Una vez en el sitio iniciaron la exhumación, con palas los miembros del CTI empezaron a arrastrar la tierra y, en medio del proceso, observaron el cuerpo de un niño con alto grado de descomposición.

Por lo que fue trasladado a las instalaciones del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses en Medellín para avanzar en su identificación.

Sin embargo, la Gobernación de Antioquia confirmó que el cadáver sí corresponde a Maximiliano Tabares Caro. La revelación ha causado estruendo.

«Se hallan los restos de Maximiliano después de toda esta situación tan horrorosa y dolorosa. No deja de ser una tristeza porque siempre existía la esperanza de hallarlo con vida. Sea cual sea la decisión final, a lo que tiene que llevarnos esto es a esa profunda reflexión y ese profundo compromiso en la defensa de la vida», dijo Aníbal Gaviria, mandatario departamental.

Por los momentos se está a la espera de que Medicina Legal entregue la versión final del examen que le practicarán al cuerpo, con el fin de determinar la causa de su muerte y así sumar el crimen de homicidio agravado a los procesados, todos serán trasladados a centros carcelarios de Antioquia.

Con información de Semana.

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